La gran mayoría de los pacientes con hipertensión arterial, hasta ocho de cada 10, interrumpe total o parcialmente su tratamiento antihipertensivo durante sus vacaciones de verano. Todo ello a pesar de que la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) aconseja tanto a los propios pacientes como a sus familiares o cuidadores no solo que recuerden tomar su medicación –y que no la olviden en casa–, sino que viajen siempre con un tensiómetro.
Como explica la Dra. Nieves Martell, presidente de la SEH-LELHA, «además de cumplir con la medicación, es muy importante que se tomen la presión arterial una vez a la semana y que se pesen con la misma frecuencia para que los kilos que se ganen no pillen por sorpresa a los pacientes hipertensos».
Riesgo cardiovascular
El incumplimiento de los tratamientos, que aumenta un 20% durante el verano, puede provocar que el paciente sufra problemas cardiacos y cerebrovasculares, caso de la angina, infarto, insuficiencia cardiaca e ictus. Todo ello sin olvidar el incremento del riesgo de insuficiencia renal.
En palabras de la Dra. Martell, «todas las precauciones son pocas para disfrutar de unos días de descanso sin contratiempos; así, una mala alimentación con gran carga de grasas y sal, junto con otros factores como el abuso del alcohol, el tabaco o la disminución de la actividad física diaria, provocan un descontrol de la tensión arterial«.
Por ello, la SEH-LELHA recomienda el consumo de zumos naturales a base de frutas, verduras y hortalizas de temporada o té con hielo, así como disminuir la cantidad diaria de sal y tomar alimentos bajos en sodio.