La incidencia de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en la población infantil de nuestro país se ha triplicado en los últimos 14 años. El resultado es que cada año 250 niños españoles –o lo que es lo mismo, 3 de cada 100.000 menores de edad– son diagnosticados de la enfermedad. Así lo concluyen los datos del registro ‘Spirit’, presentados por la Sociedad Española de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP) y el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU) en el marco del III Curso sobre Enfermedad Inflamatoria Intestinal Pediátrica celebrado en Barcelona.
En palabras del Dr. Javier Martín, de la Unidad para el Cuidado Integral de la EII Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y coordinador del Curso, «los resultados confirman las sospechas del aumento de la enfermedad, que se explica por el estilo de vida occidental».
Y es que, como recuerda el Dr. Fernando Gomollón, presidente del GETECCU, «conforme un país se desarrolla económicamente, disminuye el contacto con parásitos, se transforma el tipo de bacterias que entran en el intestino, se modifica la alimentación, se consumen más calorías y grasas, se toma agua más limpia, se sufren menos infecciones, se fuma y se lleva una vida más sedentaria; y todo influye en la probabilidad de tener enfermedades como la EII».
Sobre todo enfermedad de Crohn
Entre otros resultados, el registro desvela que la edad promedio de diagnóstico de la EII se establece en los 12 años. Y, asimismo, que la frecuencia de la enfermedad de Crohn, con un 55% de los casos, es superior a la de la colitis ulcerosa (37%).
Finalmente, y por lo que respecta a las distintas comunidades autónomas, cabe resaltar que el mayor incremento de la frecuencia se ha registrado en Cataluña, Navarra y Asturias.
Detección temprana
La EII, como explica el Dr. Gomollón, se caracteriza por la presentación de «diarreas frecuentes, con o sin fiebre, y de dolor abdominal a lo largo de los meses con pérdida o escasa ganancia de peso; una EII que, en definitiva, provoca un empeoramiento progresivo del estado de salud general con una disminución de la actividad física».
Por ello, debe incidirse en la importancia de la detección temprana de la enfermedad, pues «cuanto antes se inicie el tratamiento adecuado, menos sufrirá el niño y sus familiares y, probablemente, se logrará una mejor evolución clínica de la enfermedad a largo plazo», resalta el presidente del GETECCU, quien concluye que «además, en la actualidad, se dispone de más posibilidades terapéuticas que hacen posible que se pueda controlar de manera eficaz durante periodos prolongados».
– A día de hoy, 9 asociaciones de pacientes dedicadas a la enfermedad inflamatoria intestinal son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?