La falta de reconocimiento de la obesidad como enfermedad repercute en el infradiagnóstico. Ésta es la principal conclusión del estudio ‘Situación sanitaria y social de las personas con obesidad en España‘, que acaba de ser presentado en el Congreso de los Diputados, y según el cual esta patología sólo se diagnostica como enfermedad en el 69% de los casos.
El documento ha sido realizado por la organización Alianza por la Obesidad, conformada por 13 asociaciones de pacientes y sociedades científicas, como la Asociación Bariátrica Híspalis Nacional y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). Todas ellas han reclamado la necesidad de reconocer la obesidad como enfermedad crónica y multifactorial en España.
«Esto mejoraría la prevención y atención, y también impulsaría la investigación y la inversión en políticas de salud pública para abordar este problema. De esta manera, los pacientes podremos formar parte de la Ley de Garantías y comenzar a estar reconocidos por el sistema sanitario español», explicó Victoria Buiza, portavoz de la Alianza por la Obesidad y presidenta de AB Hispalis.
«Hay una falta de individualización y personalización de la atención a las necesidades del paciente, también las emocionales, y una escasa información y formación sobre esta enfermedad y sus consecuencias», añadió Irene Bretón, miembro de la SEEN.
El informe explica que uno tercio de los pacientes con obesidad no reciben atención específica, que normalmente debe estar orquestada por profesionales de la endocrinología, atención primaria y nutrición, con el apoyo de psicólogos y especialistas de medicina interna.
De hecho, el documento reclama como esencial que estos pacientes reciban atención psicológica especializada y terapia conductual para que los tratamientos tengan un mayor éxito. Y es que menos del 30% de los participantes en el estudio han tenido acceso a este tipo de terapias.
Guía GIRO para el abordaje de la obesidad
En este sentido, hace unos días se presentaba la ‘Guía GIRO: guía española del manejo integral y multidisciplinar de la obesidad en personas adultas‘, en la que han participado 14 sociedades médico-científicas, así como AB Hispalis. Este documento quiere aportar herramientas para transformar el abordaje de la obesidad en España.
«Aunque está inspirada en la Guía Práctica Clínica canadiense, de referencia mundial, hemos dado un paso más allá y hemos conceptualizado y elaborado un documento adaptado a nuestra realidad», aseguró María del Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).
La guía anima a trabajar desde diferentes frentes que ayuden a abordar la obesidad como una enfermedad crónica y multifactorial que va más allá del peso corporal, y que no puede solucionarse con el mantra ‘comer menos y andar más’. De hecho, entre las 131 recomendaciones que agrupa encontramos el recordatorio de que la obesidad no es una enfermedad moral ni un vicio del paciente. «No podemos aceptar que la obesidad siga siendo una puerta abierta a la inequidad ni a la discriminación a lo largo del proceso asistencial», comentó Albert Lecube, vicepresidente de SEEDO.
«Esta guía promueve la definitiva identificación de la obesidad como una enfermedad crónica de carácter pandémico, así como un cambio social e, incluso, médico que ayudará a evitar el estigma de la enfermedad y la culpabilización de la persona afectada respecto a su enfermedad», aseguró Ignacio Bernabéu, presidente de la SEEN.