La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido un comunicado en el que desaconseja el uso de cigarrillos electrónicos, cuando menos hasta que algún organismo regulador constate la eficacia, seguridad y calidad de estos productos.
Como resalta la OMS, “a día de hoy, no hay evidencia científica de que los cigarrillos electrónicos sean seguros; en consecuencia, sus riesgos potenciales para la salud no han sido determinados y, además, los análisis científicos muestran que la cantidad de nicotina y de otros productos químicos contenidos en los mismos varía notablemente, por lo que el consumidor no puede saber qué hay en cada producto”.
Concretamente, y si bien los fabricantes informan de que los cartuchos contienen entre 6 y 24 miligramos de nicotina, en ocasiones superan los 100 miligramos. Además, la mayoría contiene grandes concentraciones de propilenglicol, sustancia que actúa como irritante cuando es inhalada –y que sugiere que los cigarrillos electrónicos también contienen otros productos químicos tóxicos.
¿Realmente ayudan a dejar de fumar?
Es más; la eficacia de los cigarrillos electrónicos o sistemas electrónicos de administración de nicotina (ENDS) para ayudar a la gente a dejar de fumar “tampoco ha sido científicamente demostrada”, recuerda la OMS.
En este contexto, la Organización incide en que, para que resulten eficaces y seguros, los productos para ayudar a dejar de fumar deben ser utilizados de acuerdo con unas pautas o instrucciones. Y en el caso de los ENDS, “carecen de instrucciones científicamente probadas para su uso como sustitutivo del tabaco”.
A ello se aúna el supuesto mecanismo de acción de estos productos: llevar la nicotina directamente a los pulmones. Y como recuerda la OMS, “el mecanismo biológico por el que la cesación del tabaquismo puede ser conseguida llevando la nicotina a los pulmones es desconocida; y es que llevar la nicotina a los pulmones puede ser peligroso”.
En definitiva, concluye la OMS, “la afirmación de los beneficios implícitos para la salud asociados de estos productos son infundadas o pueden basarse en informaciones inexactas o engañosas”.
– Para leer (en inglés) el comunicado de la OMS, clica aquí.