La práctica de ejercicio físico durante el ocio conlleva una mayor esperanza de vida. Y es que, como muestra un estudio publicado en la revista PLOS Medicine, la actividad física puede incrementar la vida en hasta 4,5 años. También en las personas con sobrepeso u obesidad.
En palabras del Dr. Steven Moore, del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos e investigador principal del estudio, «nuestros resultados ponen de relieve la importante contribución que la actividad física durante al tiempo libre puede otorgar a la longevidad ya que el ejercicio regular prolonga la vida en todos los adultos, ya tengan un peso normal, sobrepeso u obesidad».
Ejercicio físico
Partiendo de las recomendaciones del Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos (DHHS), que establecen que los adultos con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años deben realizar cada semana una actividad aeróbica durante 2,5 horas si es de intensidad moderada –esto es, la que permite hablar, pero no así cantar, mientras se practica el ejercicio– y de 1,25 horas si es vigorosa –se pueden decir solo unas pocas palabras sin detenerse a recuperar el aliento–, los investigadores evaluaron los datos de 654.827 individuos mayores de 21 años, en su mayoría adultos que ya habían superado los 40.
Tras considerar otros factores que influyen en la esperanza de vida, los autores observaron que cumplir con las recomendaciones del DHHS conlleva un incremento de la esperanza de vida de 3,4 años. Y en el caso de aquellos cuya actividad es el doble de la recomendada, la ganancia es de 4,2 años de vida. Es más; practicando solo la mitad de la actividad física recomendada ya se logra prolongar la vida en 1,8 años.
Obesidad
En el caso de la obesidad, el estudio también muestra el enorme beneficio asociado con la práctica de ejercicio físico: comparado con aquellos obesos que permanecen inactivos, las personas con obesidad que realizan una actividad física moderada –por ejemplo, caminar a paso ligero– viven entre cinco y siete años más.
En definitiva, y a la luz de los resultados, puede establecerse que caminar a paso ligero durante 75 minutos a la semana supone, frente a no hacer nada, un aumento de la esperanza de vida de 1,8 años. Y en caso de seguir las recomendaciones de ejercicio físico de la Organización Mundial de la Salud –una caminata enérgica durante un mínimo de 150 minutos semanales–, la ganancia promedio es de 3,4 a 4,5 años de vida.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘PLOS Medicine’?