La psoriasis induce una disminución de la calidad de vida no solo de los pacientes, también de sus familiares. Y es que tal y como sucede con los afectados, los allegados más próximos presentan un aumento del riesgo de distintos trastornos mentales –entre otros, ansiedad y depresión– a consecuencia de la enfermedad. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada y publicado en la revista Journal of the American Academy of Dermatology.
En palabras del doctor Eliseo Martínez-García, director de la investigación, «la psoriasis empeora de manera significativa el bienestar global tanto de los pacientes como de las personas que viven con ellos. Y es que en ambos casos experimentan una disminución de su calidad de vida y niveles más elevados de ansiedad y depresión».Ansiedad y depresión
Para llevar a cabo la investigación, un total de 130 adultos –de los que 34 eran pacientes diagnosticados de psoriasis, 49 eran personas que vivían con un afectado y 47 no tenían ninguna relación con la enfermedad (grupo control)– cumplimentaron distintas encuestas para valorar el impacto de la psoriasis sobre su salud mental y, en el caso de los pacientes y allegados, sobre su calidad de vida.
Los resultados mostraron que la psoriasis deteriora la calidad de vida de hasta un 88% de las personas que conviven con los pacientes. De hecho, las puntuaciones obtenidas en las encuestas fueron similares para los afectados y sus allegados. Es más; si bien un mínimo porcentaje de familiares aseguró que la enfermedad no les afectaba en ningún caso, hasta un tercio reconoció sentirse muy afectado por la misma.
Asimismo, los niveles de ansiedad y depresión fueron igualmente similares para pacientes y familiares, niveles que resultaron significativamente más elevados que los observados en el grupo control.
Por todo ello, como apunta el doctor Martínez-García, «los resultados sugieren que los médicos que tratan a pacientes con psoriasis deberían usar un enfoque más integrado que tenga también en consideración a sus familiares».
Además, «los pacientes cuentan en la actualidad con una amplia gama de alternativas terapéuticas para un mejor control de su enfermedad y, por tanto, una mayor calidad de vida. Y es que muchos de los pacientes con psoriasis que no están haciendo ningún tipo de tratamiento se sorprenderían de cuánto se podría mejorar su enfermedad”, concluye el especialista, no sin incidir en la importancia de que “también se ofrezca apoyo psicológico específico a los pacientes durante el tratamiento».
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Journal of the American Academy of Dermatology’?
– A día de hoy, Acción Psoriasis y la Asociación de Ciudad Real de Enfermos de Artritis Reumatoide, Psoriásica y Juvenil (ACREAR), asociaciones de pacientes dedicadas a la psoriasis y a la artritis psoriásica, son ya miembros de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?