La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha celebrado el webinar ‘Envejecer con VIH‘, como parte de los encuentros de su Escuela de Pacientes SEFH. Este evento reunió a pacientes, farmacéuticos y representantes de asociaciones para abordar los desafíos y necesidades específicas de las personas que viven con VIH en el proceso de envejecimiento. Durante la sesión, se discutieron aspectos esenciales como la fragilidad, la polifarmacia, la adherencia al tratamiento y el papel integral de los farmacéuticos hospitalarios en la mejora de la calidad de vida.
La moderadora del evento, Aguas Robustillo, farmacéutica hospitalaria y coordinadora del Grupo de Atención Farmacéutica al Paciente con VIH (AFVIH-SEFH), subrayó la diversidad de realidades a las que se enfrentan las personas mayores que viven con VIH. Éstas incluyen necesidades sociales, económicas, psicológicas y farmacoterapéuticas. En este sentido, la farmacia hospitalaria está desarrollando enfoques innovadores para adaptarse a estas realidades y brindar un soporte más integral.
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Por su parte, Ramón Morillo, farmacéutico hospitalario en el Hospital Universitario de Valme (Sevilla), señaló la importancia de establecer vínculos asistenciales que vayan más allá de los tratamientos farmacológicos. “Es clave para ganar salud y bienestar”, afirmó.
La voz de los pacientes: protagonistas del cambio
La sesión también puso de relieve las perspectivas de los pacientes, representadas por Diego García, educador par de la asociación Adhara Murcia, y Joaquim Roqueta, vocal de Cesida y presidente de Gais Positius. Ambos enfatizaron la necesidad de abordar los determinantes sociales que influyen en el envejecimiento con VIH, como el nivel de renta, el acceso a recursos sociosanitarios y el apoyo social o familiar.
García destacó que la precariedad económica y las limitaciones en el acceso a un sistema de salud inclusivo generan grandes desigualdades en los resultados de salud de las personas mayores con VIH. Por otro lado, Roqueta puso de manifiesto los avances en los tratamientos antirretrovirales (TAR), que han mejorado la calidad y esperanza de vida de las personas con VIH.
Sin embargo, alertó sobre los retos adicionales que plantea el envejecimiento acelerado debido al virus y sus tratamientos, como las cardiopatías, diabetes o efectos secundarios metabólicos y hepáticos. “El estigma social sigue siendo un desafío importante, ya que puede derivar en aislamiento”, añadió. Además, aportó un dato revelador: en España, un 55% de las personas con VIH tienen más de 50 años, lo que resalta la urgencia de establecer estrategias específicas para esta población.