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La soledad y el aislamiento social incrementan en hasta un 30% el riesgo de padecer cardiopatía isquémica o un ictus. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de York (Reino Unido) y publicado en la revista Heart.

Como explica la doctora Nicole K. Valtorta, directora del estudio, “nuestros hallazgos indican que las deficiencias en las relaciones sociales se asocian con un incremento del riesgo de desarrollo de la cardiopatía isquémica y el ictus. Así, la lucha frente a la soledad y el aislamiento social puede jugar un papel muy importante en la prevención de dos de las principales causas de morbimortalidad en los países ricos”.

Mayor riesgo de ECV

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los resultados de un total de 23 estudios desarrollados con la participación de más de 181.000 adultos entre los que se registraron 3.002 ictus y 4.628 episodios asociados a la cardiopatía isquémica –entre otros, infartos de miocardio, anginas de pecho y episodios de muerte súbita.

Los resultados mostraron que la soledad y el aislamiento social se asocian con un incremento del 29% del riesgo de padecer un infarto o una angina de pecho, así como con un aumento del 32% del riesgo de sufrir un ictus.

Por tanto, como alertan los autores, “la soledad y el aislamiento social tienen un efecto cuya magnitud es comparable al de otros factores de riesgo psicosocial ya reconocidos, caso de la ansiedad o del estrés laboral”.

Tal es así que, como concluye la doctora Valtorta, “nuestros resultados respaldan las preocupaciones en materia de salud pública sobre la importancia del contacto social para la salud y el bienestar de la población”.

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Heart’?

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