Degeneración macular

La tasa de ceguera en los países desarrollados se ha reducido en un 50% en tan solo dos décadas. Una disminución que, en el caso en el caso de los trastornos de la visión de carácter moderado-grave y para el mismo período, se ha establecido en el 38%. Así lo muestra un estudio internacional liderado por investigadores de la Universidad Anglia Ruskin en Cambridge (Reino Unido) y publicado en la revista British Journal of Ophthalmology.

Como destaca el doctor Rupert R. A. Bourne, director de la investigación, “en los países más ricos, la prevalencia de ceguera y trastornos de la visión moderados-graves se redujo, respectivamente, un 50% y un 38%. De hecho, la cifra de afectados se redujo, respectivamente, en un 17,4% y un 12,6%, todo ello a pesar del incremento significativo de personas mayores en el total de la población”.

Menor prevalencia

Para llevar a cabo la investigación, los autores revisaron los resultados de 243 estudios seleccionados entre más de 15.000 en los que se evaluó la prevalencia de problemas visión y de ceguera en todo el mundo.

Los resultados mostraron que la prevalencia de ceguera en los países de altos ingresos de Asia Pacífico, Australasia, América del Norte, Europa Occidental y Europa Central y del Este se redujo a la mitad –de un 0,2%, esto es, 3.314.000 personas, a un 0,1%, es decir, 2.736.000 personas– entre los años 1990 y 2010.

De la misma manera, la prevalencia de trastornos de la visión también se redujo en el mismo período, en este caso de un 1,6%25.362.000 millones de personas– a un 1,0% –22.176.000 millones.

Y en ambos casos, destacan los autores, “las tasas de ceguera o de trastornos de la visión era siempre mayor en las mujeres que en los varones”.

Asimismo, los resultados identifican que la degeneración macular es, a día de hoy y sustituyendo a las cataratas –salvo en Europa Central y Oriental–, la principal causa de ceguera en el mundo desarrollado. Y, alertan los autores, “el glaucoma y la retinopatía diabética se mantuvieron como la cuarta y quinta causa más común de ceguera en todas las regiones durante todo este período”.

Y de la misma manera, que los defectos refractivos oculares –entre otros, la miopía y la hipermetropía– suponen la principal causa de trastornos de la visión de carácter moderado o grave. Un dato que, como apuntan los autores, “muestra que, incluso para los países altamente desarrollados, una de las formas más eficaces, baratas y seguras de mejorar la pérdida de la visión como es proporcionar las gafas adecuadas para corregir los defectos de refracción, se está pasando por alto”.

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