Las denominadas ‘dietas milagro’ no inducen, a la larga, una disminución del peso. Por el contrario, y como alerta el Instituto de Obesidad (IOB), incrementan el riesgo de sufrir algún episodio cardiovascular asociado a la diabetes tipo 2 y la hipertensión, así como de desarrollar osteoporosis como consecuencia de la pérdida de masa corporal.

Las ‘dietas milagro’ se caracterizan por un importante déficit de nutrientes, caso de las vitaminas y los minerales, razón por la que, como explica el IOB, «provocan grandes consecuencias para la salud e importantes trastornos metabólicos«. Es el caso, por ejemplo, de la pérdida de masa muscular asociada con este tipo de dietas, que en caso de prolongarse en el tiempo puede conllevar a una merma de la masa de la estructura de los órganos vitales y de los huesos.

Mayor riesgo de enfermedades crónicas

A este respecto, el estudio llevado a cabo por el Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AED-N), trabajo en el que se siguió la alimentación de cerca de 23.000 adultos durante un período de 10 años, constató que el consumo prolongado de dietas pobres en carbohidratos y ricas en proteínas sin ningún control médico lleva asociado un incremento de la mortalidad total.

Es más; de acuerdo con los resultados, la ingesta elevada de proteínas se asocia con el desarrollo de numerosas enfermedades crónicas, entre otras la osteoporosis, la insuficiencia renal, el cáncer y la enfermedad cardiovascular. Todo ello sin olvidar la propia obesidad. Y es que este tipo de dietas suelen acarrear una rápida reducción del peso perdido, el consabido ‘efecto yo-yo’.

Dietas equilibradas… y ejercicio

Por todo ello, el IOB recuerda que el sometimiento a estos tipos de restricción alimentaria sin ningún control médico conlleva, en última instancia, un mayor peso final, mayor grasa abdominal y el desarrollo del síndrome metabólico.

En consecuencia, el Instituto recomienda a la población que siga una dieta equilibrada, pues si bien requiere una mayor duración en el tiempo, los resultados son muchos más equilibrados y saludables. «Además, el ejercicio físico y la puesta en forma corporal representan también interesantes soluciones de cara a acercarse al peso adecuado con la llegada del estío», concluye el IOB.