En palabras de la doctora Soffia Gudbjörnsdottir, directora de la investigación, “la conclusión de este gran estudio observacional es que el tratamiento con bombas de insulina puede estar asociado con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y mortalidad por cualquier causa en comparación con las inyecciones”.
Menor mortalidad
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron durante un período medio de 7 años a un total de 18.168 pacientes con diabetes tipo 1 incluidos en el Registro Nacional de Diabetes de Suecia. En total, la cifra de participantes tratados con bombas de insulina era de 2.441 –frente a los 15.727 que recibían múltiples inyecciones diarias de insulina.
Los resultados no mostraron diferencias significativas entre ambos grupos de pacientes en cuanto al riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular fatal o no fatal. Unas diferencias que, sin embargo, sí se observaron cuando se analizaron tanto la mortalidad total –de un 7% en el caso de las inyecciones frente a un 3% en el de las bombas de insulina– como la ECV fatal –3% frente a 1%.
Además, los resultados no se vieron afectados por variables como el tipo de atención, la educación diabetológica del paciente, el uso de la monitorización continua de la glucosa o la adherencia a los tratamientos.
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