Numerosas investigaciones han sugerido que la adopción de una dieta por las personas con un peso normal o, incluso, con sobrepeso, puede asociarse con un efecto negativo sobre la libido, la resistencia física y el estado de ánimo, así como con un aumento significativo de la irritabilidad. Pero por el contrario, como muestra un nuevo estudio dirigido por investigadores del Centro de Investigación Biomédica Pennington en Baton Rouge (Estados Unidos) y publicado en la revista JAMA Internal Medicine, el seguimiento de una dieta por las personas sin obesidad, lejos de provocar ningún perjuicio, también mejoran la calidad de vida.
En palabras del doctor Corby K. Martin, director del estudio, “las investigaciones llevadas a cabo con personas con sobrepeso u obesidad habían mostrado que la restricción calórica mejoraba la calidad de vida, el sueño y la función sexual de esta población. Y ahora, nuestros hallazgos también indican que dos años de restricción calórica no se asocian con un efecto negativo de estos factores en las personas sanas. Por el contrario, parece que incluso hay una mejoría de la calidad de vida”.
Mejora de la calidad de vida
El estudio fue llevado a cabo con la participación de 218 adultos sanos –hasta un 70% mujeres– con un promedio de edad próximo a los 38 años y un índice de masa corporal (IMC) entre 20 kg/m2 y 28 kg/m2. La tercera parte de los participantes se sometió a una dieta con una restricción del 25% de las calorías durante dos años, mientras que el resto pudieron elegir libremente su tipo de alimentación.
Finalizados los dos años de estudios, los participantes que siguieron la dieta no solo habían perdido una media de 7,5 kilogramos –frente a una pérdida promedio de 1 kg en el resto de sujetos–, sino que tenían mejor estado de ánimo, menos tensión y mejor salud general y sexual que los demás participantes.
Es más; los sujetos sometidos a la restricción calórica también presentaron un sueño de mayor calidad a los 12 meses de estudio.
Como concluyen los investigadores, “la mayor pérdida de peso en los participantes sometidos a dieta se asoció con un incremento del vigor, una menor irritabilidad, una mejor salud general y una mejor calidad del sueño”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘JAMA Internal Medicine’?