Cada año se producen en todo el mundo entre 250.000 y 500.000 lesiones de la médula espinal, una condición que conlleva para los afectados un incremento de hasta 2-5 veces del riesgo de mortalidad prematura, muy especialmente en los países de medianos y bajos ingresos. Así lo ha alertado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe ‘Perspectivas internacionales sobre lesiones de la médula espinal’, documento que, elaborado con la colaboración de la Sociedad Internacional de la Médula Espinal (ISCoS), tiene por objetivo recopilar la información existente sobre las lesiones medulares y ofrecer una serie de recomendaciones dirigidas a mejorar la atención y cuidado de los afectados.
En palabras del doctor Etienne Krug, director del Departamento para la Violencia y la Prevención de las Lesiones y la Discapacidad de la OMS, “la lesión medular es una condición médicamente compleja que altera la vida de quienes la padecen. Una condición, sin embargo, que se puede prevenir y a la cual se puede sobrevivir, sin impedirnos disfrutar de una buena salud”.
Atención médica continuada
Por lo general, el riesgo de lesión medular es mayor en los varones con edades comprendidas entre los 20 y los 29 años o mayores de 70, y entre las mujeres de 15 a 19 años de edad o que ya han superado los 60. Y en hasta un 90% de las ocasiones, la lesión medular es consecuencia de un traumatismo consecuente con un accidente de tráfico, una caída o un acto de violencia.
Los afectados por lesión medular padecen dolor crónico y, en hasta un 20-30% de los casos, presentan signos de depresión clínicamente significativos. Todo ello sin olvidar el riesgo de aparición de enfermedades secundarias que, caso de la trombosis venosa profunda, las infecciones del tracto urinario, las úlceras por presión y las complicaciones respiratorias, no solo conllevan un peor estado de salud, sino que resultan potencialmente mortales.
Es más; las lesiones medulares se asocian con una menor tasa de escolarización y de fracaso escolar, y ya en la edad adulta, con una tasa de desempleo global del 60%.
Por todo ello, desde la OMS inciden en la necesidad de “potenciar la detección precoz ante cualquier sospecha de lesión medular, así como de favorecer el acceso a una atención médica continuada y a cuidados sanitarios específicos tales como los catéteres para reducir el riesgo de afecciones secundarias y mejorar la calidad de vida de los pacientes”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el informe ‘Perspectivas internacionales sobre lesiones de la médula espinal’ de la OMS?
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