El conocimiento actual sobre la salud y las necesidades específicas en la supervivencia de larga evolución en el cáncer de mama es todavía limitado. Así lo ha constatado el estudio ‘Necesidades de información en el proceso asistencial y de atención en la supervivencia’, trabajo promovido por la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), miembro de Somos Pacientes, con el objetivo de identificar las carencias en el manejo e información de las pacientes y supervivientes de cáncer de mama.
El cáncer de mama constituye a día de hoy el tipo de tumor más frecuente en la población femenina. Tumor que, asimismo, se asocia con una mayor supervivencia –en torno al 86% de las pacientes sobreviven tras 5 años de diagnóstico.
Como explica María Antonia Gimón, vocal de la FECMA, «la importante mejora de los tratamientos ha permitido que la supervivencia en cáncer de mama haya aumentado considerablemente en los últimos años pero, una vez superada la fase de tratamiento, ¿qué necesitan las pacientes? ¿saben lo que les va a ocurrir a partir de entonces? ¿han sido informadas sobre las limitaciones que pueden surgir en la vida diaria y en el trabajo, o sobre los problemas que pueden presentarse en el medio o largo plazo?».
Falta de información
El estudio muestra cómo las supervivientes al cáncer de mama deben afrontar diversos problemas de salud a largo plazo, entre otros complicaciones cardiovasculares y cognitivas, fatiga crónica, deterioro sexual, menopausia prematura, infertilidad, linfedema o segundas neoplasias.
Asimismo, y como consecuencia de los efectos secundarios y la duración de algunos tratamientos, las pacientes se ven afectadas por el miedo, la ansiedad, las alteraciones en la autoimagen o los problemas relacionados con la reincorporación laboral.
A todo ello se aúna la falta de información. Como explica Társila Ferro, investigadora del estudio, «el tiempo que transcurre entre la sospecha de cáncer de mama y la confirmación diagnóstica se presenta como un período de vulnerabilidad para las mujeres, muy sensibles a una gestión poco diligente y caracterizada por una espera no informada».
En consecuencia, y entre otras recomendaciones, los investigadores destacan la necesidad de establecer circuitos preferentes en el sistema sanitario para la derivación de sospechas de cáncer.
Educación sanitaria
De la misma manera, los autores también recomiendan la promoción de la anticipación de la información y educación sanitaria relativa a los posibles efectos adversos, tanto en la etapa aguda como en la supervivencia. Y es que, como apunta Társila Ferro, «la anticipación capacitaría a las pacientes para planificar su cuidado y obtener el máximo nivel de salud posible ante los riesgos o efectos adversos que puedan presentarse».
Finalmente, y entre otras conclusiones, el estudio también muestra que la condición de superviviente de cáncer puede ser un factor discriminatorio y comportar desigualdades desde la perspectiva social. Por ello, y con objeto de paliar esta situación, recomienda el establecimiento de marcos laborales donde puedan desarrollarse medidas de flexibilización que promuevan el retorno al trabajo.
– ¿Quieres consultar el estudio ‘Necesidades de información en el proceso asistencial y de atención en la supervivencia’?
– A día de hoy, 19 asociaciones de pacientes dedicadas al cáncer de mama son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?