Las personas que sufren el síndrome de ‘burnout‘ –el consabido síndrome del trabajador quemado– tienen un mayor riesgo de desarrollar cardiopatía isquémica. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Tel Aviv (Israel) y publicado en la revista Psychosomatic Medicine.

En palabras de la doctora Sharon Toker, directora de la investigación, «el agotamiento por causas laborales puede comprometer seriamente la salud cardiovascular, hasta un 20% de las personas que sufren ‘burnout’ tienen un riesgo considerablemente mayor de desarrollar cardiopatía isquémica; de hecho, presentan hasta un 79% más de probabilidades de padecer esta enfermedad«.

Concretamente, el síndrome de ‘burnout’ se caracteriza por el agotamiento físico, cognitivo y emocional durante las horas de trabajo, lo que conlleva a la aparición de problemas de salud como la obesidad, el insomnio y la ansiedad. Y también, puntualizan los autores, “al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, dado que induce la acumulación de placas en las arterias coronarias y, por tanto, aumenta el riesgo de infarto de miocardio y de angina de pecho”.

Mayor riesgo CV

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron durante un periodo medio de 3,4 años a 8.838 empleados con edades comprendidas entre los 19 y los 67 años y sin enfermedad cardiovascular en el momento de inicio de la investigación. Concluido el seguimiento, 93 participantes presentaban cardiopatía isquémica.

Los resultados mostraron que las personas que padecen el síndrome de ‘burnout’ tienen un riesgo un 40% superior de padecer cardiopatía isquémica. Es más; en el 20% de los participantes que mostraron la mayor puntuación en la escala de ‘burnout’, el incremento del riesgo fue de hasta un 79%.

Como explican los autores, algunos de los factores que contribuyen al agotamiento laboral son el estrés, la sobrecarga de tareas, la falta de control sobre las situaciones, la falta de apoyo emocional y las largas jornadas de trabajo. Y todo ello conduce a un desgaste físico que, a la larga, debilita el cuerpo.

De hecho, y a la luz de las nuevas evidencias, «el síndrome de ‘burnout’ es un importante factor pronóstico de cardiopatía isquémica, similar a otros factores clásicos como el tabaquismo, los niveles de lípidos en sangre y falta de actividad física«.

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Psychosomatic Medicine’?

– A día de hoy, 3 asociaciones de pacientes dedicadas a la cardiopatía isquémica son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?