Las picaduras de medusas suelen ser un hecho poco deseable y más que recurrente durante las vacaciones para muchos bañistas. Aunque en la mayoría de los casos se produce una reacción cutánea aguda, se han documentado diferentes reacciones alérgicas debido al envenenamiento que se produce tras la inyección de toxinas a través de unas células urticantes (cnidocistos) presentes en los tentáculos de estos animales. Un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante, la Universidad Politécnica de Valencia y el CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) han desarrollado MedusApp, un aplicación que permite alertar «en tiempo real» de la presencia de medusas.

“Las picaduras de las distintas especies de medusa pueden derivar en un cuadro tóxico irritativo debido a la capacidad urticante del veneno de sus tentáculos. Sin embargo, también pueden ocasionar verdaderas reacciones alérgicas. Así se ha documentado con la picadura de algunas especies especialmente agresivas”, señala la doctora Mar Fernández Nieto, médico adjunto del servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y miembro de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). “El problema es que, en la mayoría de los casos, dichas picaduras no son consultadas al personal de vigilancia de las playas y pocas veces a los profesionales sanitarios, de forma que no existe un control de los casos”.

Existen centenares de especies de medusas, distribuidas básicamente en tres familias: Scyphozoa, Cubozoa y Siphonophora (a esta última pertenece la Carabela portuguesa) cuya picadura puede provocar lesiones graves y, en algunos casos, hasta la muerte. Generalmente, la reacción alérgica se manifiesta con erupciones cutáneas, eritemas y en los casos más graves, se puede producir un shock anafiláctico. “De hecho, fueron las investigaciones de los científicos franceses Charles Richet y Paul Portier con veneno de medusas [en concreto de Carabela portuguesa] las que dieron lugar a la descripción de la reacción anafiláctica y del acuñamiento del término Anaphylaxis (“sin protección”) en el año 1901”, señala la doctora.

En España, la variante de medusa más común es la Pelagia Noctiluca, reconocida por su forma de campana y una de las especies más presentes en todo el mundo. Este tipo suele habitar en aguas cálidas y templadas, como las del mar Mediterráneo, siendo una de las medusas más abundantes y venenosas. Cuando pica a los humanos solo produce una reacción cutánea local.

Para paliar el problema, investigadores del Laboratorio de Inmunoalergia del Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD CIBERES (Mar Fernández Nieto y Victoria del Pozo), dos investigadores de la Universidad de Alicante (Dr. Cesar Bordehore y Dra. Eva Fonfría),y dos programadores de la Universidad Politécnica de Valencia (Eduardo Blasco y Ramón Palacions) han desarrollado una nueva app que alerta «en tiempo real» de la presencia de medusas y hacer un seguimiento de las picaduras más graves. MedusApp permite a cualquier persona advertir del avistamiento de una medusa y ofrecer en un mapa de los lugares donde se detecta su presencia. Además, ofrece información sobre la peligrosidad de las diferentes especies y cómo actuar en caso de picadura.

“MedusApp permite establecer un registro de picaduras, facilita información sobre la localización de las medusas y ofrece consejos de tratamiento. El objetivo es poder establecer un censo real de las picaduras por medusa con el fin de poder estudiar a dichos pacientes y evidenciar que algunos de ellos presentan reacciones mediadas por IgE, como recientemente hemos publicado en la revista Annals of Allergy, Asthma & Immunology”, comenta la Dra. Fernández Nieto. Esta aplicación se completa con una guía didáctica y con imágenes de las principales medusas existentes en el Mediterráneo -y algunas de fuera- y una guía interactiva de primeros auxilios, con recomendaciones en caso de picadura dependiendo de la especie.