Entre las iniciativas que lleva a cabo Fundación Renal Íñigo Álvarez de Toledo para mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades de riñón, nos encontramos con guías y vídeos nutricionales que recomiendan platos adecuados y suculentos. Un ejemplo son sus consejos para comer fuera, que queremos recoger desde Somos Pacientes aprovechando que esta semana hemos celebrado el Día Mundial del Riñón.
Para empezar, si se prevé una salida a comer es importante planificar el resto de menús del día o del fin de semana para compensar los posibles excesos que se realicen. Por otra parte, se recomienda consultar previamente la carta en la web del restaurante siempre que sea posible, con el fin de facilitar una elección más adecuada.
Ya en el lugar elegido, es importante llevar pensado el tipo y el tope de líquidos a beber, siendo lo más adecuado entre uno y dos vasos de agua, aprovechando este momento para tomar la medicación. En función de lo que se beba habrá que ajustar la ingesta del resto del día para no sobrepasar la recomendación diaria.
¿Dónde vamos a comer?
Si vamos de tapas lo mejor es optar por platos como croquetas, sepia, pulpo, gambas, revueltos sin setas, empanadas, parrilladas de verduras y montaditos. Y evitar embutidos, platos con patatas o batatas, el aguacate, postres con chocolate y los encurtidos.
Si decidimos ir a un restaurante de comida rápida, podemos decantarnos por fingers de pollo, aros de cebolla y sandwiches o hamburguesas de pan blanco con vacuno, pollo, pavo o atún, añadiendo guarniciones de lechuga y cebolla. En el caso de querer un refresco, es preferible que sea cítrico y sin gas. Y también debemos evitar los quesos, los panes integrales o con semillas y salsas como kétchup y mostaza en exceso.
En un japonés los mejores platos son los compuestos por sashimi, nigiri y sushi rolls sin aguacate. También los pescados a la plancha, los platos a base de pollo, las parrilladas y brochetas, los arroces con huevo, verduras y otras proteínas y las gyozas, evitando en todo caso salsas como la de soja o el wasabi. Tampoco debemos optar por la sopa de miso, el edamame y el ramen.
En un tailandés, y atendiendo a todas las recomendaciones antes mencionadas, podemos decantarnos por salteados de verduras, ensaladas y pad thai sin frutos secos. Los platos con coco, plátano y curry han de evitarse, por sus altos contenidos en potasio.
Si pensamos en un indio, los platos más adecuados serían las samosas de carne, el tandoori de pollo, pescado o berenjena, las momos (empanadillas) y las paneer shashlik, unas brochetas compuestas por queso fresco y verduras. Por contra, hay que dejar a un lado el pollo tikka masala, a base de tomate, el malai-kofta, con patata y frutos secos, y otros platos ricos en potasio como chana masala, palak paneer, chaat y rajma.
En general, sea el restaurante que sea, lo ideal es elegir platos de carnes y pescados cocidos, asados o a la plancha, arroces (que no sean negros), panes blancos, ensaladas sin tomate, frutos secos ni espinacas. La pasta y las pizzas también pueden incluirse siempre y cuando tengan una presentación sencilla (al ajillo, a la marinera, con pollo o jamón, etc.) y eviten las salsas.
Por contra, hay que dejar a un lado los embutidos, las patatas o similares, las salsas, el aguacate, las setas, los postres con chocolate, las tortillas a base de maiz, el tomate y los frutos secos, las legumbres y los quesos grasos, así como otros alimentos con potasio.