En nuestro país, cuando una persona sufre un infarto de miocardio suele acudir directamente a los servicios de urgencias.  Si bien la intervención más eficaz es llamar a emergencias para que envíen una ambulancia –una medida que reduce en hasta un 30% la mortalidad–, solo el 16% de los pacientes infartados lo hace. Así lo muestran los resultados del estudio ‘ARIAM’, desarrollado por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc).

El doctor Jaime Latour, del Hospital General Universitario de Elche (Alicante) y coordinador del estudio, señala que  «los afectados por un infarto acuden directamente a Urgencias y suelen hacerlo en su propio coche; además, hasta un 33% de los pacientes acude a los centros de salud y no al hospital, lo que es peor y retrasa el tratamiento ya que los centros de salud no suelen tener protocolos de atención para este tipo de pacientes».Al hospital, no al centro de salud

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores han evaluado, gracias a la colaboración de 57 unidades de cuidados intensivos (UCI) de todo el país, los casos de 2.015 pacientes con infarto en un período de tres meses.

Los resultados muestran que, una vez aparecidos los síntomas, los ciudadanos tardan una media de 165 minutos en tener el primer contacto con un médico. Todo ello a pesar de que «lo razonable –explica Latour– es que no transcurran más allá de 60 minutos«. Además, el estudio también ha constatado diferencias entre las distintas CC.AA., siendo Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón las que presentan los peores datos.

Reconocer los síntomas

Lo ideal es optimizar la fase prehospitalaria, lo que se consigue «cuando acude un equipo preparado para hacer trombólisis al lugar en el que se encuentre la persona infartada; además, las condiciones mejorarían con una ambulancia con personal experimentado, ya que es necesario abrir la arteria coronaria con una angioplastia«, especifica Latour.

De todas maneras, también es importante que los afectados reaccionen en el mismo instante en el que se presentan los síntomas, siendo el más importante, como explica la doctora Mari Paz Fuset, del Hospital La Fe de Valencia y secretaria del Grupo Cardiológico de Semicyuc, «un dolor muy importante en el centro del pecho que, a veces, se detecta en la boca del estómago, lo que hace que en ocasiones se confunda con una mala digestión, y que suele estar acompañado de sudoración, mareos, malestar general y dificultad para respirar; asimismo, se suele trasladar hacia el brazo izquierdo e, incluso, a la mandíbula o a la espalda», concluye Fuset.