Los ciudadanos otorgan al funcionamiento de la sanidad pública una nota media de 6,24 sobre 10 puntos, ligeramente inferior a la concedida el pasado mes de julio (6,42). De hecho, el porcentaje de españoles que considera que nuestro sistema sanitario necesita ‘cambios profundos’ ha crecido del 11,8% al 15%. Así lo muestran los resultados del último barómetro sanitario del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), elaborado a partir de las entrevistas realizadas el pasado mes de octubre a 2.617 adultos de todo el país.

Aun así, y ante la necesidad de acudir a la consulta de atención primaria (AP) o de pediatría, el 71,0% de la población antepone la sanidad pública a la privada. Y en caso de requerir un ingreso hospitalario o una consulta de urgencias los porcentajes son incluso superiores: 75,47% y 72,6,4%. No tanto así en lo que respecta a las consultas de especialistas (56,8%), fundamentalmente por la demora en la atención, superior a los 30 días en hasta un 76,8% de los casos. De hecho, en hasta un 76,5% de los encuestados que contaban con un seguro médico privado, la principal razón aducida para su contratación fue la rapidez a la hora de ser atendidos.

Las urgencias del 061/112 y la atención a pacientes ingresados en hospitales públicos siguen siendo, con 7,44 y 7,27 puntos, los servicios mejor valorados por los ciudadanos. Y ya a cierta distancia, les siguen las consultas de AP en centros de salud (6,41), las urgencias en centros de AP (6,37), las urgencias hospitalarias (6,25) y, en último término, las consultas de especialistas (6,01). Aun así, hasta el 82,8% de los encuestados valoró la atención recibida por el especialista como ‘buena o muy buena’, siendo este porcentaje del 80,9% en el caso de los médicos de AP.

Una vez más, como ya sucediera en el Barómetro del mes de julio, los ciudadanos consideran que las tres principales medidas con las que se mejoraría la atención en la AP son que los pacientes mantengan el mismo médico de forma estable en caso de sentirse satisfechos, valorada con 9,17 puntos sobre 10; aumentar las plantillas (9,06) y dedicar más recursos económicos (8,91).

Solo un 9,6% de los pacientes fueron atendidos en la AP el mismo día en que solicitaron la consulta, teniendo un 70,0% que esperar más de un día por no haber citas disponibles. Hasta un 49,9% de los encuestados estaría dispuesto a utilizar la videoconsulta.

Por su parte, y entre otros datos, el estudio revela que el 47,8% de los ciudadanos presenta una enfermedad o problema de salud crónico; que el 50,8% afirma tener un buen estado de salud, por un 23,1% que lo califica como ‘muy bueno’, un 21,1% como ‘regular’, un 3,7% como ‘malo’ y un 1,1% como ‘muy malo’; que hasta un 3,3% de los pacientes se han visto abocados a suspender su medicación en los últimos 12 meses por no poder costearla; que solo un 56,1% conoce que puede acceder a su historia clínica electrónica a través de Internet; y que el 44,8% de la población desconoce que puede retirar medicamentos incluidos en su receta electrónica en una comunidad autónoma distinta de la de su residencia.

Asimismo, hasta un 85,8% de la ciudadanía se muestra ‘de acuerdo’ o ‘muy de acuerdo’ con que los datos de su historia clínica puedan ser utilizados con fines de investigación sanitaria por instituciones públicas, porcentaje que se reduce hasta un 45,1% en el caso de tratarse de instituciones privadas.

Finalmente, los resultados muestran el descontento de la población con el problema de las listas de espera: el 32,9% de los encuestados afirma que la situación ha empeorado en los últimos 12 meses, por solo un 11,6% que cree que ha mejorado y un 44,3% que considera que sigue igual.