El coste medio por paciente y año de la rinitis alérgica en nuestro país asciende a 1.708 euros. El dato deriva del estudio ‘Farmacoeconomía de la Rinitis’ (FERIN), trabajo promovido por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en el que se observa que la mayor parte del gasto, hasta 1.124 euros, corresponde a los costes indirectos; esto es, a los generados por el absentismo y reducción de la productividad laboral.

Los costes directos –los generados por los gastos farmacéuticos y la utilización de recursos sanitarios– se establecen en 584 euros anuales.

En palabras del Dr. Carlos Colás, coordinador del estudio, «lo más destacable son los abultados costes indirectos, que prácticamente duplican a los costes directos, especialmente a base de la pérdida de productividad laboral y con mayor incidencia en las formas moderadas y graves de la rinitis alérgica, sobre todo si son persistentes».

Descenso de la productividad

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron durante un año a 500 pacientes –la edad promedio se estableció en 32 años– de 70 servicios de Alergología, a los que se les solicitó información sobre su consumo de fármacos e instalaciones sanitarias para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, así como la ausencia de su puesto de trabajo y su impacto en la productividad.

Los resultados muestran que la pérdida de productividad durante los periodos sintomáticos se aproxima al 30%. Como apunta el Dr. Colás, «las enfermedades como la rinitis alérgica, presumiblemente menos graves, suponen costes muy elevados, superiores a los que ocasionan otras enfermedades más graves». La razón obedece fundamentalmente a su gran prevalencia, dado que afectan a cerca de un 25% de la población.

Concretamente, la enfermedad provoca que los afectados falten a su trabajo una media de 2,7 días al año, lo que extrapolado al conjunto de la población supone un gasto total de 3.400 millones de euros anuales. De ahí, la importancia, concluye el Dr. Colás, «de fomentar el diagnóstico precoz y los buenos tratamientos para abordar la enfermedad ya que la conciencia social sobre el gasto de la rinitis alérgica es muy escasa».