Los españoles con obesidad presentan una peor calidad de vida que sus homónimos estadounidenses. Así lo muestra un estudio realizado por el Grupo de Estudio de la Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (GO-SEEN) e investigadores de la Universidad de Duke (Estados Unidos) con la participación de más de 1.600 pacientes con obesidad de España y Estados Unidos.
Concretamente, los pacientes españoles mostraron peores resultados en relación con la función física, el trabajo y la vida sexual. No así en cuanto al estrés o la autoestima, si bien esta última, y con independencia del país, fue significativamente menor en el caso de las mujeres que en el de los varones.
En palabras de la doctora Assumpta Caixás, miembro de la SEEN, “la menor autoestima de las mujeres puede ser debida a la presión que la sociedad ejerce en cuanto al aspecto físico que han de tener, lo que se une al carácter de por sí exigente de las mujeres con su propia imagen”.
Peor calidad de vida
Los pacientes obesos españoles mostraron peores puntuaciones en el test de calidad de vida (IQoL-Lite) tanto en las condiciones físicas –41,8 puntos sobre 100 frente a 50,5 de los estadounidenses– como en la vida sexual –56,8 puntos frente al 63,2–. La razón, explica la doctora Caixás, “podría atribuirse a que la epidemia de obesidad ha llegado más tarde en los países europeos y la población todavía no está adaptada a esta nueva situación; además, tampoco dispone de medios apropiados para enfrentarse a los hándicaps que supone la obesidad”.
El estudio también ha constatado la estrecha relación existente entre el índice de masa corporal (IMC) y la calidad de vida. Así, cada punto acumulado en el IMC supone un descenso de 1,95 puntos en la percepción de la buena calidad de vida por los españoles –y de 1,49 el caso de los pacientes con obesidad estadounidense.
Finalmente, y por lo que respecta a los trastornos mentales, el estudio revela que la obesidad en España triplica el riesgo de padecer depresión, ansiedad, trastorno bipolar o esquizofrenia. Además, el 10% de los españoles con obesidad padece un trastorno de la alimentación, “por lo general bulimia o ‘trastorno por atracón’, es decir, ingesta compulsiva de una gran cantidad de alimento con pérdida de control y sin fase purgativa después. Por tanto, sin vómitos ni laxantes, lo que la diferencia de la bulimia, que sí que suelen alternar estas dos fases: atracones y fase purgativa”, explica la doctora Caixás.
Obesidad mórbida
En nuestro país, más de la mitad de la población adulta tiene problemas de sobrepeso y el 30-35% presenta obesidad abdominal. Además, y considerando como obesidad mórbida un IMC superior a 35 kg/m2, la tasa se sitúa en un 7-10%, con una mayor representatividad en Extremadura, Andalucía, Albacete, Murcia, Galicia y Canarias.
A este respecto, como apunta Albert Lecube, coordinador del GO-SEEN, “debemos tener en cuenta que la obesidad mórbida, por sí misma, ya comporta una reducción manifiesta de la calidad de vida y entre 5-12 años menos de expectativa de vida como consecuencia de las frecuentes complicaciones que acarrea”.