El 97% de los neumólogos y expertos en tabaquismo considera que el cigarrillo electrónico –o e-cigarrillo– con nicotina es tóxico, y solo un 22% afirma que su uso puede ayudar a los fumadores a dejar el tabaco. Así lo muestra una encuesta llevada a cabo por Fundación Lovexair, la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid) y la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET) con el objetivo de conocer la opinión de los expertos sobre este tipo de productos.

Como explica la Fundación, la opinión de los expertos es que el cigarrillo electrónico es tóxico y contiene una nicotina que resulta, cuando menos, igual de dañina que en el tabaco manufacturado. Además, la mayoría opina que no puede ayudar a abandonar el tabaco, sino que, al contrario, es más evidente el riesgo de recaída que conlleva su consumo en los ex fumadores confiados.

Concretamente, el 93% de los encuestados aseguró que su consumo puede provocar recaídas en los ex fumadores, razón por la que solo un 5% afirmó que pueden ser utilizados por aquellos que ya han logrado dejar el tabaco.Publicidad ‘peligrosa’

Es más; la encuesta también muestra cómo el 95% de los especialistas considera que la publicidad de los cigarrillos electrónicos es peligrosa, así como que la nicotina que contienen resulta, para un 88% ‘igual de dañina que la de un cigarrillo normal’.

Por todo ello, la inmensa mayoría (97%) de los especialistas se muestra de acuerdo en limitar y regular su uso de manera similar a la normativa sobre el tabaco. No en vano, y en opinión de hasta un 95% de los encuestados, el consumo en público de estos productos afecta de forma importante a la desnormalización lograda tras la Ley Antitabaco de 2010, lo que resulta clave para evitar nuevos fumadores jóvenes.

Concretamente, la encuesta muestra «un gran consenso –destaca Fundación Lovexair– a la hora de considerar que los cigarrillos electrónicos con nicotina deberían ser regulados como un medicamento para conocer su composición exacta y efectos«, así como la cautela científica de los especialistas a la espera de evidencias sobre dichos efectos, tanto a medio como a largo plazo.

Sea como fuere, los resultados constatan que «recomendar los cigarrillos electrónicos con nicotina como sustituto del tabaco o como medio para reducir el consumo de éste no resulta adecuado«, concluye la Fundación.

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