La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) ha incidido en la necesidad de que los criterios médicos, caso del índice de masa corporal (IMC), condicionen la participación de las modelos en las pasarelas de moda, para así contrarrestar el alto riesgo que presentan las modelos de sufrir trastornos alimentarios y, sobre todo, reducir la obsesión por la delgadez que, actualmente, se impone a la población.
En palabras de la doctora Susana Monereo, secretaria de la SEEDO, “las modelos son de constitución natural altas y delgadas, pero ese bajo peso extremo no es sano y está impuesto por la tiranía de una moda absurda que beneficia a unos pocos. La búsqueda de la delgadez como imagen de éxito sólo conduce a la frustración y, en muchos casos a graves trastornos de la conducta alimentaria”.
Y es que como recuerda la SEEDO, “la belleza en la moda puede y debe ser sinónimo de salud”, por lo que lamenta las recientes declaraciones del diseñador Karl Lagerfeld, que aludió a que “nadie quiere ver gordas en las pasarelas”, y de la ex modelo Georgina Wilkin, que confesó que durante años fue sometida a severas dietas de adelgazamiento y presionada por representantes de la industria de la moda para mantener su bajo peso y un aspecto enfermizo.
Endocrinólogos en los desfiles
Para paliar esta situación, la SEEDO solicita a las agencias de modelos que tomen ejemplo de la última edición de la ‘Madrid Fashion Week’ –la hasta el pasado año ‘Pasarela Cibeles’–, que contó con un equipo de endocrinólogos para comprobar el IMC y otras variables médicas de las modelos y, en consecuencia, decidir cuáles estaban en condiciones de desfilar y cuáles no por presentar extrema delgadez u otros signos no saludables.
Concretamente, la SEEDO colabora con la organización del desfile de moda madrileño desde el año 2006. Y como recuerda la doctora Monereo, “en aquella primera edición, el 20% de las modelos no pasó el corte establecido. En la última del 2013, sin embargo, el 100% ha cumplido el criterio marcado. Y el promedio de IMC de las modelos en los últimos dos años se sitúa en 19. Los desfiles se celebraron, la moda y la belleza han triunfado y los pronósticos agoreros de algunos que pensaban que era el fin del evento no se han cumplido”.
De hecho, “se trató de una medida controvertida, mal aceptada y criticada por el entorno de la moda, principalmente diseñadores y agencias de modelos. Pero muy aplaudida por la población general”, concluye la secretaria de la SEEDO.