La adopción de hábitos de vida cardiosaludables –o más concretamente, de las siete medidas ideales para la salud cardiovascular establecidas por la Asociación Americana del Corazón (AHA)– reduce en más de la mitad el riesgo de desarrollar cáncer. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago (Estados Unidos) y publicados en la revista Circulation, órgano oficial de la AHA.
Concretamente, las siete recomendaciones de la AHA son: mantenerse físicamente activo, seguir una alimentación saludable, mantener un peso saludable, controlar los niveles de colesterol, mantener unas cifras bajas de presión arterial, regular los niveles de azúcar en sangre y no fumar.
En palabras de la doctora Laura J. Rasmussen-Torvik, “es gratificante comprobar que el seguimiento de estos siete consejos también conlleva una disminución del riesgo de cáncer; así, los profesionales sanitarios deben ofrecer un mensaje claro y coherente sobre las principales medidas que debe adoptar la gente para conservar su salud y reducir el riesgo global de desarrollo de enfermedades crónicas”.
Sobre todo, no fumar
Para llevar a cabo el estudio, y durante un periodo de seguimiento de 17 a 19 años, los investigadores analizaron el impacto de los consejos cardiovasculares de la AHA sobre el riesgo de cáncer en 13.253 personas incluidas en el Estudio para el Riesgo de Aterosclerosis en la Comunidad (ARIC).
Los resultados mostraron que, frente a aquellas que habían ignorado todos y cada uno de los consejos cardiosaludables, las personas que habían seguido entre seis y siete recomendaciones tenían un riesgo hasta un 51% menor de desarrollar cáncer. Asimismo, la adopción de cuatro de los consejos también se asoció con una disminución significativa, de hasta un 33%, de padecer una enfermedad oncológica.
En este contexto, debe destacarse que la recomendación más eficaz es la cesación del hábito tabáquico. No en vano, la reducción del riesgo de cáncer en las personas que, si bien fumadoras, seguían hasta cinco o seis de los consejos cardiosaludables, fue sólo de un 25%.
Como explica la doctora Rasmussen-Torvik, “el objetivo es el de promover un mensaje de salud integral. Dejar de fumar es muy importante, pero también hay otros factores de riesgo que se deben tener en cuenta para disfrutar de una vida saludable”.
En definitiva, concluyen los autores, “nuestros hallazgos se suman a todas aquellas evidencias previas que muestran que nunca es demasiado tarde para cambiar; y es que si se hacen cambios en el estilo de vida, como puede ser dejar de fumar o mejorar la alimentación, se puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Circulation’?
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