Las personas mayores que usan un ordenador al menos una vez a la semana tienen un menor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve y, por tanto, la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Además, esta reducción del riesgo es superior a la observada con otras actividades mentales, caso de la lectura de revistas o la realización de actividades sociales en grupo. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Clínica Mayo en Scottsdale (Estados Unidos) y presentado en la 68ª Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología (AAN) celebrada recientemente en Vancouver (Canadá).
Como explica la doctora Janina Krell-Roesch, directora del estudio, “nuestros hallazgos muestran la importancia de mantener una mente activa según envejecemos. Tal es así que las personas deberían considerar llevar a cabo actividades para ejercitar la mente según se hacen mayores, dado que podría ayudarles a tener un cerebro más sano y durante más tiempo”.
Menor deterioro cognitivo
El estudio, desarrollado con el objetivo de evaluar si la realización, cuando menos una vez a la semana, de actividades mentales conlleva un menor riesgo de deterioro cognitivo leve, se llevó a cabo con 1.929 mayores de 69 años cuyas capacidades de memoria y razonamiento eran completamente normales en el momento de su reclutamiento.
Los investigadores evaluaron distintas actividades realizadas por los participantes durante los 12 meses anteriores al estudio y, asimismo, realizaron un seguimiento durante tres años de cada uno de los participantes para detectar la aparición de problemas de memoria y del razonamiento.
Los resultados mostraron que, entre las distintas actividades mentales practicadas por los participantes, el uso de ordenadores se asoció con la menor incidencia de deterioro cognitivo leve, resultando el riesgo muy inferior al observado con la lectura de revistas, la participación en actividades sociales en grupo y la realización de actividades artesanales, caso del tricotado.
Concretamente, las personas que usaron un ordenador una o más veces por semana tenían una probabilidad un 42% menor de desarrollar problemas de memoria y razonamiento que aquellos que nos lo hicieron. Por su parte, la lectura de revistas se asoció con una disminución de la incidencia de deterioro cognitivo leve del 30%; la participación en actividades sociales con una reducción del 23%; y la realización de actividades artesanales con una disminución del 16%.
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