La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha solicitado la inclusión de la apnea del sueño entre las enfermedades que, ya tipificadas en la legislación europea –entre otras, las enfermedades visuales, auditivas, neurológicas y del sistema locomotor, así como la epilepsia y el abuso de drogas–, condicionan la capacitación para la obtención –o pérdida– del carnet de conducir.

En palabras del doctor Joaquín Terán, miembro de la SEPAR, “los estados miembros de la Unión Europea deberían introducir normas más estrictas en sus legislaciones nacionales en relación a las enfermedades que incapacitan la conducción. Las personas con apnea obstructiva del sueño grave reúnen una sintomatología altamente peligrosa en la carretera. Por este motivo, en los exámenes médicos para evaluar la capacidad para conducir, deben de incluir aspectos relacionados con la apnea de sueño”.

Valoración por los especialistas

La solicitud de la SEPAR deriva de las evidencias alcanzadas en el estudio ‘New Standards and Guidelines for Drivers with Obstructive Sleep Apnoea Syndrome’ (Nuevas Guías y Estándares para Conductores con Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño), trabajo desarrollado por el doctor Terán en el que enfatiza la necesidad de una estrategia de cribado entre la población en riesgo de padecer apnea del sueño, del establecimiento de unos criterios de autorización o limitación para conducir en estos pacientes, y de la importancia de la información y la educación.

Como explica el doctor Terán, “la calidad del sueño en estos pacientes es muy débil. Es por ello que muchos sufren somnolencia durante el día, corriendo el riesgo de quedarse dormidos en actividades tan cotidianas como trabajar o conducir. Y ante esta situación resulta de vital importancia educar y formar a estos pacientes, igual que a su entorno más próximo, con la finalidad de dar a conocer a todos las recomendaciones más útiles para prevenir posibles accidentes”.

Y en este contexto, si bien el tratamiento para la apnea del sueño es muy simple, únicamente resulta eficaz cuando se cumple estrictamente. En consecuencia, “los conductores diagnosticados que no sigan el tratamiento deberían tener restricciones para conducir hasta que demuestren, con la valoración de especialistas acreditados, el adecuado cumplimiento de la terapia”.

En definitiva, y a juicio de la SEPAR, la apnea de sueño debe incluirse en los exámenes médicos que determinan la aptitud para la conducción de vehículos. Y para ello, concluye el doctor Terán, “hemos desarrollado una propuesta de cuestionario para el cribado de estos pacientes”.