Los niños que nacen de manera prematura –es decir, antes de alcanzar la semana 37 de gestación– tienen un mayor riesgo de desarrollar asma y sibilancias durante la infancia. Un riesgo, además, que aumenta en función del grado de prematuridad, resultando especialmente significativo en los niños nacidos antes de la semana 32 de gestación. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Maastricht (Países Bajos) y publicado en la revista PLoS Medicine.

El Dr. Jasper V. Been, director de la investigación, afirma que «los resultados estudios publicados ofrecen evidencias concluyentes acerca de que el parto prematuro, y muy especialmente los nacimientos muy prematuros, incrementan el riesgo de presentación de asma. En consecuencia, los estudios deben ahora centrarse en la comprensión de los mecanismos subyacentes para, posteriormente, trasladar esos conocimientos al desarrollo de intervenciones preventivas«.30 ensayos clínicos

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los resultados de 30 ensayos clínicos ya publicados y llevados a cabo con la participación de 1.543.639 niños.

Los resultados muestran que los niños prematuros presentan, comparados con aquellos nacidos a término, un riesgo un 46% superior de presentar asma o sibilancias durante su infancia.

Es más; en el caso de los niños nacidos antes de la semana 32 de gestación, el riesgo de asma o sibilancias fue hasta 3,1 veces superior.

La razón para este mayor riesgo, sugieren los autores, «obedece a que las consecuencias pulmonares del parto prematuro tienden a persistir durante toda la vida«.

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘PLoS Medicine’?

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