Dada su condición de grupo de riesgo frente a la gripe, los pacientes con cáncer deberían vacunarse de forma rutinaria frente al virus. Sin embargo, y cuando menos en nuestro país, constituyen uno de los colectivos de riesgo menos inmunizados, muy por debajo de los objetivos marcados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Concretamente, y de acuerdo con los datos del Grupo de Estudio de la Gripe (GEG), en la campaña de vacunación 2011-2012 solo el 31,8% de los pacientes con cáncer menores de 65 años y el 66,8% de los mayores de 65 años recibieron la vacuna, frente al objetivo mínimo del 75% marcado por la OMS.
Unas cifras, por tanto, ciertamente mejorables, a la par que paradigmáticas: el 82,2% de los pacientes oncológicos reconoce que debe vacunarse frente a la gripe, y el 58,1% asegura confiar en la vacuna como un medio útil para prevenir la infección.
Objetivo prioritario
Los pacientes con cáncer son un objetivo prioritario de vacunación única estacional, muy especialmente aquellos en tratamiento activo con quimioterapia y, si bien en menor medida, los que han recibido tratamiento quimioterápico a lo largo de los últimos 12 meses.
En este contexto, debe tenerse en cuenta la posibilidad de que los pacientes adultos con cáncer tengan, dada su condición inmunocomprometida, una menor respuesta a la vacuna. Pero como recuerdan los especialistas, la vacunación puede resultar beneficiosa dado que puede llegar a prevenir la gripe, que en este colectivo de pacientes siempre tiene una mayor gravedad.
Así, como explica el Dr. César A. Rodríguez, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), «la vacuna debe administrarse, si es posible, al menos dos semanas antes del inicio tratamiento inmunosupresor y si el paciente ya está recibiendo quimioterapia, la vacuna ha de administrarse una vez recuperada la inmunidad del paciente e inmediatamente antes del siguiente ciclo de quimioterapia».
Es más; «si bien la eficacia de la vacuna pueda ser menor, es preferible que se vacune a que no lo haga; pero dado que hay que considerar que quizás la vacunación no haya inmunizado al paciente, muchos especialistas aconsejan revacunar tres meses después de acabar el tratamiento», apunta el Dr. Rodríguez.
Finalmente, y por lo que respecta a la población oncológica pediátrica, «todavía existen dudas de si su respuesta inmunitaria a la vacuna antigripal puede protegerlos de la infección por influenza o de sus complicaciones asociadas, aunque en cualquier caso, siempre es recomendable su inmunización», concluye el secretario científico de la SEOM.
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