Las personas con rosácea, enfermedad inflamatoria crónica de la piel caracterizada por un enrojecimiento intenso de la parte central de la cara y que afecta a cerca de un 10% de la población de nuestro país, tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia, muy especialmente enfermedad de Alzheimer. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y publicado en la revista Annals of Neurology.
En palabras del doctor Alexander Egeberg, director del estudio, “existe un subtipo de pacientes con rosácea que padecen síntomas neurológicos prominentes tales como el ardor, el dolor cutáneo punzante, las migrañas y distintos síntomas neuropsiquiátricos, lo que sugiere la existencia de una relación entre la rosácea y las enfermedades neurológicas. De hecho, cada vez hay un mayor número de evidencias que indican que la rosácea podría estar relacionada con trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson. Y según nuestros resultados, también con la enfermedad de Alzheimer”.
Mayor riesgo de demencia
En el estudio, los investigadores evaluaron entre los años 1997 y 2012 a un total de 5.591.718 adultos daneses, 82.439 de los cuales habían sido diagnosticados de rosácea. Y concluido el período de seguimiento, el número de participantes que desarrollaron demencia se estableció en 99.040, de los que 29.193 fueron diagnosticados de la enfermedad de Alzheimer.
Los resultados mostraron que, en comparación con aquellos sin la enfermedad, los pacientes con rosácea tenían una probabilidad un 7% superior de padecer demencia y un riesgo hasta un 25% superior mayor de desarrollar Alzheimer. Sin embargo, el incremento del riesgo de Alzheimer solo fue significativo en los mayores de 60 años –con un aumento del 20%–, siendo además muy superior en las mujeres –un 28% mayor, por un 16% en los hombres.
Como concluye el doctor Egeberg, “hay ciertos mecanismos solapados en la rosácea y la enfermedad de Alzheimer que pueden explicar la asociación observada en nuestro estudio. Sin embargo, las conexiones patogénicas entre ambas enfermedades todavía permanecen desconocidas. Sea como fuere, es importante que los pacientes tengan en cuenta que tener rosácea no implica necesariamente que vayan a desarrollar demencia”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Annals of Neurology’?
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