Según el comunicado de Sanidad, «en modo alguno, los pacientes hospitalizados van a tener que aportar nada por los medicamentos que reciben; ningún paciente ingresado tiene que pagar por los fármacos y productos sanitarios que recibe».
De la misma manera, Sanidad también ha querido aclarar que no habrá ningún tipo de copago en relación con los medicamentos denominados de ‘uso hospitalario’ –caso de, entre otros, los antirretrovirales para el VIH/sida, el interferón beta o los anticoagulantes.
Homogeneizar la terminología
La última modificación de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 1 de diciembre, establece literalmente que «se entiende por prestación farmacéutica ambulatoria la que se dispensa al paciente mediante receta médica u orden de dispensación hospitalaria a través de oficina o servicios de farmacia».
Por tanto, y de acuerdo con la modificación, se extenderá el copago a todo medicamento que, dispensado en una farmacia hospitalaria, se destine al uso ambulatorio –de manera similar, por tanto, a los dispensados en cualquier oficina de farmacia.
Según recuerda Sanidad, «actualmente, y dentro del proyecto de la extensión de la e-Salud, la progresiva implantación de la receta electrónica para todo el territorio nacional y en todos los ámbitos requiere de una homogeneización en las denominaciones de la prescripción de los medicamentos».
Por tanto, «la finalidad principal de esta modificación es recoger la realidad de la farmacia hospitalaria, que ya no sólo la forman los medicamentos que se administran a los pacientes ingresados, sino que también son de dispensación ambulatoria, aunque en el hospital», concluye Sanidad.
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