Las mujeres embarazadas que padecen trastornos de la glándula tiroides, muy especialmente hipotiroidismo, presentan un mayor riesgo de parto prematuro, preeclampsia y otras complicaciones que pueden comprometer la salud del niño o de la madre tanto a corto como a largo plazo. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eurice Kennedy (NICHD) de Reino Unido y publicado en la revista The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism (JCEM).
En palabras de la doctora Tuija Männistö, directora de la investigación, “hasta un 4% de todas las embarazadas padecen trastornos de la glándula tiroides, una condición que, cuando menos, presentan cada año 80.000 gestantes estadounidenses; y estas mujeres tienen un mayor riesgo de complicaciones del embarazo, incluyendo la hipertensión y el parto prematuro, así como una mayor incidencia de parto inducido y otras intervenciones en el alumbramiento”.
Hipotiroidismo e hipertiroidismo
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron la tasa de complicaciones asociadas al hipertiroidismo y al hipotiroidismo de 223.512 embarazadas incluidas en el Estudio del Consorcio de Seguridad Laboral realizado en Estados Unidos entre los años 2002 y 2008.
Los resultados mostraron que las mujeres con trastornos de la glándula tiroides tenían una mayor incidencia de preeclampsia y una tasa superior de ingresos en las unidades de cuidados intensivos (UCI). Además, aquellas que padecían hipotiroidismo –la enfermedad tiroidea más frecuente en el embarazo– tenían un mayor riesgo de desarrollar diabetes gestacional y una mayor tasa de parto por cesárea.
Como concluye la doctora Pauline Mendola, co-autora de la investigación, “las mujeres necesitan tener los niveles de hormonas tiroideas necesarios para un embarazo saludable, por lo que es muy importante seguir de cerca a aquellas gestantes que padecen enfermedades de la tiroides. Y de la misma manera, también necesitamos más estudios para identificar las intervenciones que permitan reducir los riesgos a los que se enfrentan en la actualidad”.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism’?