El Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto que desarrolla la nueva estructura del Ministerio de Sanidad. La recién creada Secretaría de Estado de Sanidad mantiene el mismo número de direcciones generales que la anterior Secretaría General: Salud Pública; Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia; Ordenación Profesional, y Delegación del Gobierno del Plan Nacional sobre Drogas, al frente de las cuales continúan Pilar Aparicio, Patricia Lacruz, Rodrigo Gutiérrez y Azucena Martí, respectivamente.

Además, el Consejo ha nombrado a Silvia Calzón (Sevilla, 1975) secretaria de Estado de Sanidad. Calzón es médica especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y actualmente ejercía como Epidemióloga de Atención Primaria en el Distrito Sanitario Sevilla (Servicio Andaluz de Salud).

Epidemióloga

La nueva secretaria de Estado es doctora por la Universidad de Granada, dentro del Programa Oficial de Doctorado en Ciencias Económicas y Empresariales, máster en Salud Pública y Gestión Sanitaria (Universidad de Granada-Escuela Andaluza de Salud Pública), máster en Economía de la Salud y el Medicamento (Universitat Pompeu Fabra) y Diploma de Especialización en Género y Salud (Universidad de Granada-Escuela Andaluza de Salud Pública). Ha desarrollado su labor investigadora principalmente vinculada al estudio de las desigualdades sociales en salud, participando en distintos proyectos de investigación.

En el ámbito de la gestión sanitaria ha desempeñado el puesto de gerente de las Áreas de Gestión Sanitaria Sur de Córdoba y Sur de Sevilla del Servicio Andaluz de Salud.

Salud digital

Además, la Secretaría General de Sanidad se transforma en la nueva Secretaría General de Salud Digital, Información e Innovación del Sistema Nacional de Salud (SNS), que asumirá competencias sobre aspectos clave de las políticas públicas sanitarias como los relativos a la innovación en el sistema y la industria sanitaria; la digitalización; la gestión de la información sanitaria y los proyectos de innovación en el ámbito de la salud.

Entre otros objetivos abordará los proyectos de modernización, mejora y transformación del SNS tras los retos derivados de la pandemia. En concreto, los relacionados con la salud digital, la interoperabilidad y los servicios en red en el ámbito nacional, europeo e internacional; así como los sistemas de información.

El Consejo de Ministros ha nombrado a Alfredo González (Zamora, 1976) secretario general de Salud Digital, Información e Innovación del SNS. Es licenciado en Derecho y en Ciencia Política y de la Administración por la Universidad de Salamanca y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado.

Ha ocupado diferentes puestos de perfil directivo en los ministerios de Vivienda, Presidencia, Educación, Cultura y Deporte, Hacienda y Administraciones Públicas. Ha sido también vicesecretario general de la Presidencia del Gobierno y ha ocupado el puesto de subsecretario en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.

Servicios digitales

De la Secretaría General dependerá una nueva unidad, la Dirección General de Salud Digital y Sistemas de Información para el Sistema Nacional de Salud, que estará ocupada por Juan Fernando Muñoz.

Muñoz ocupaba hasta este momento el puesto de subdirector general de Tecnologías de la Información en el Ministerio de Sanidad. Es licenciado en Informática y máster en Ingeniería del Conocimiento por la Universidad Politécnica de Madrid y pertenece al cuerpo superior de sistemas y tecnologías de la información de la Administración General del Estado.

Esta dirección general será el órgano encargado del desarrollo de servicios públicos digitales, del impulso a la salud digital y a la interoperabilidad electrónica de la información clínica y sanitaria, tanto en el ámbito nacional como internacional. Se encargará, además, de la innovación en la analítica de datos y la explotación de la información relativa a la salud.

Según informa el Gobierno, el objetivo de todos estos cambios es «preparar el Sistema Nacional de Salud para atender los grandes desafíos a los que se enfrenta, equiparables a los que tienen ante sí el conjunto de países avanzados. De ahí el fortalecimiento de las capacidades de dirección, coordinación, impulso y seguimiento en aspectos tan relevantes como las tecnologías sanitarias, el e-Health, la innovación o los sistemas de información sanitaria».