Impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), comienza la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos (del 18 al 24 de noviembre). Tomándola como referencia, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha aprovechado para insistir en la necesidad de que profesionales sanitarios, administraciones y la ciudadanía asuman su responsabilidad y eviten el consumo no controlado de antibióticos con el fin de reducir las resistencias antimicrobianas (RAM).
Este mal ha sido considerado por la OMS como una de las diez mayores amenazas para la salud pública mundial. Es decir, se está convirtiendo en un desafío sanitario crítico. Y es que, según las estimaciones de este organismo, para 2050 las RAM podrían causar 10 millones de muertes anuales, superando las cifras combinadas de todos los tipos de cáncer.
Cristina Rodríguez, coordinadora del Grupo de Patología Infecciosa de AEPap, subraya que este fenómeno ocurre cuando microorganismos como bacterias, virus, hongos y parásitos evolucionan y dejan de responder a los tratamientos convencionales. Aunque la resistencia es un proceso natural, el uso indebido y excesivo de antibióticos lo acelera considerablemente. “Por ello, es fundamental utilizarlos de forma adecuada”, afirma.
Alerta en España
A pesar de los esfuerzos internacionales, España presenta un consumo de antibióticos muy elevado. En 2023, el país duplicaba el consumo de países como Suecia, Austria o Alemania y casi triplicaba el de los Países Bajos. Unas cifras que evidencian la urgencia de adoptar medidas efectivas, especialmente cuando el 90% de las prescripciones de antibióticos se realizan en el ámbito comunitario.
En este sentido, desde 2014 está en marcha el Plan Nacional frente a las Resistencias a los Antibióticos (PRAN), promovido por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Este plan se basa en el enfoque ‘One Health’, que integra intervenciones en salud humana, animal y ambiental.
Sin embargo, las estadísticas recientes reflejan un aumento en el consumo de estos fármacos en nuestro país por tercer año consecutivo tras la pandemia (aunque sigue siendo inferior a las cifras de 2019). Ante este panorama, la Unión Europea ha fijado para España un objetivo de reducción del 27% en la prescripción global de antibióticos de aquí a 2030.
El papel de los pediatras en atención primaria
El Grupo de Patología Infecciosa de AEPap enfatiza que la mejora en el uso de los antibióticos pasa, en gran medida, por optimizar su prescripción en el ámbito comunitario. “Es esencial contar con indicadores periódicos de consumo y resistencias locales para establecer metas concretas de mejora”, señala Rodríguez. Asimismo, se destaca la importancia de evitar el desabastecimiento de antibióticos de primera línea y garantizar el acceso a herramientas diagnósticas y formación continuada para los profesionales sanitarios.
Por otra parte, la implementación de Programas de Optimización del Uso de Antibióticos (PROA) tanto en hospitales como en la comunidad se ha convertido en una prioridad urgente. Según AEPap, el éxito de estas iniciativas depende en gran medida del compromiso de las diferentes consejerías de salud y las gerencias de atención primaria.
Además de las acciones dirigidas a los profesionales sanitarios, AEPap aboga por una sólida educación ciudadana. Combatir falsas creencias y promover un uso consciente de los antibióticos son tareas clave, impulsando, por ejemplo, actividades de sensibilización lideradas por expertos que marquen la diferencia en la percepción y el comportamiento de las familias respecto a estos medicamentos.