La soberbia deja en entredicho a la sanidad española, dando como resultado que a pesar de la cadena de prevención contra el contagio del ébola entre el personal sanitario, nos encontremos ante el primer caso de contagio de una enfermera, hecho que ha causado gran indignación. Nuestro sistema nacional de sanidad se siente orgulloso de determinados hitos debidos a nuestro modelo de calidad que le ha hecho merecedor de numerosos reconocimientos, pero ello no nos tiene que llevar a la soberbia de pensar que somos el número uno en sanidad, queriéndonos equiparar a otros sistemas internacionales. El ejemplo es que para desgracia de todos, los dos pacientes de ébola traídos a España fallecieron, mientras que los que llegaron a EEUU fueron salvados.
Esto no tendría mayor importancia (salvo por la tragedia de los fallecimientos en sí) si a día de hoy no hubiese ocurrido el fallo en la cadena de prevención del contagio, lo que representa un síntoma claro de lo que ocurre en nuestra sanidad: buenos profesionales, buen modelo, pero mala gestión, además de la inutilización del verbo «dimitir».
Por todo ello, tememos que sigan sucediéndose hechos lamentables, como ha sido la rueda de prensa ofrecida por la Ministra de Sanidad donde lo coherente en función de la gravedad de los hechos hubiese sido dimitir, ya que este caso de contagio se suma a otros gravísimos vividos hace muy poco, como son el espectacular despligue (más mediático que efectivo) en el caso del ébola o la falta de control en la donación de cuerpos por el caso ocurrido hace unos meses en la facultad de la Universidad Complutense de Madrid…vergonzoso, bochornoso e inaceptable.
De igual modo, podemos mencionar el caso de la nacionalización de la promoción de la donación de órganos y médula ósea, prohibiendo incluso los llamamientos de las familias que contribuían notablemente a aumentar la donación, y con esta ley mordaza han promovido la indignación de las personas que esperamos un trasplante. Además están los sucesivos recortes incumpliendo la promesa electoral del PP, así como la falta de participación de los ciudadanos en el sistema sanitario, el caso de tráfico ilegal de órganos destapado hace unos meses en la Comunidad Valenciana….y todo ello, como si fuese la guinda del pastel, culmina con la inaceptable rueda de prensa ofrecida por Dª Ana Mato que nos lleva desde la AET ha pedir la dimisión de esta Ministra, ya que con todo lo expuesto queda en evidencia que han fallado los gestores y que nadie asume su responsabilidad, por lo que tras analizar todo lo comentado, rogamos se produzca un ejercicio de coherencia y se muestre algo de dignidad presentando su dimisión.
Como siempre, ponemos a disposición nuestro email (aetrasplantados@hotmail.com) y teléfono 658738788 por quien desee contactar con nuestra entidad.