Ante la aprobación del uso obligatorio de mascarillas en hospitales y centros sanitarios de todo el país, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) recuerda, al Ministerio de Sanidad y a las distintas administraciones sanitarias y gestores, la necesidad de reforzar las medidas de accesibilidad auditiva y de acceso a la información y comunicación para las personas con sordera.

Madrid, 12 de enero de 2024.- Ante la necesidad de adoptar medidas de prevención frente al contagio de virus respiratorios que están afectando a toda la población, con especial incidencia entre las personas mayores, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) reitera al Ministerio de Sanidad y a las distintas administraciones sanitarias y gestores,la necesidad de reforzar las medidas de accesibilidad auditiva y de acceso a la información y comunicación para las personas con sordera[1].

El uso de mascarillas minora y distorsiona la voz del interlocutor, por lo que la escucha es menos nítida e inteligible, además de impedir la lectura labial. Estos efectos tienen un mayor impacto en el caso de personas con sordera (tanto pacientes y acompañantes, como profesionales sanitarios) lo que exige reforzar las medidas de accesibilidad auditiva.

MEDIDAS A ADOPTAR

Por ello, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) pone de relieve que los productos de apoyo a la audición, como el bucle magnético[2], son indispensables para posibilitar la comunicación y el acceso a la información a las personas con sordera usuarias de prótesis auditivas. Además, existen en el mercado distintas aplicaciones móviles que permiten la transcripción simultánea de voz a texto.

Junto a estas medidas es fundamental además la información y toma de conciencia por parte del personal y profesionales facultativos de estos centros, para posibilitar la comunicación y el acceso a la información de los pacientes con sordera en condiciones de privacidad y seguridad para el cuidado de su salud.

Para facilitar y apoyar una comunicación eficaz con una persona con sordera se deben tener en consideración unas sencillas pautas de comunicación en el entorno sanitario.

MASCARILLAS TRANSPARENTES

Con respecto a las mascarillas transparentes, recordamos que están consideradas mascarillas higiénicas, contempladas en la Orden CSM/115/2021, por la que se establecen los requisitos de información y comercialización de mascarillas higiénicas, en cuya elaboración FIAPAS participó activamente, por lo que deben cumplir los requisitos establecidos en la norma.

Como cualquier otro producto de consumo, antes de adquirir una mascarilla, es fundamental que el comprador revise la información del etiquetado, del envase y del folleto o documentación adjunta en el empaquetado de comercialización que debe contener información relevante para el consumidor. Entre otras cuestiones: identificación del operador económico responsable en la Unión Europea; composición, sustancias o materiales empleados en su fabricación; referencia a las normas y especificaciones técnicas que cumple; etc.

ATENCIÓN TELEFÓNICA

Asimismo, FIAPAS señala que, en la medida en que la concertación de citas y algunas consultas se resuelvan vía telefónica, para prevenir nuevos contagios, evitar desplazamientos de pacientes enfermos y descongestionar las urgencias y consultas, se debe facilitar una vía de comunicación no presencial accesible, mediante texto, a través de mensajería instantánea, de aplicaciones móviles APP o de los sitios Web. Y en tiempo real, no sólo mediante voz, sino también mediante texto e imagen, a través de videollamadas con subtitulado automático, como medida universal, y también previsión de interpretación en lengua de signos para aquellas personas sordas que comunican en esta lengua.


[1] En España hay 1.230.000 personas mayores de 6 años con una discapacidad auditiva de distinto tipo y grado, a los que hay que sumarles los 3.400 niños y niñas entre 2 y 5 años. De ellas, más del 98% utiliza la lengua oral para comunicarse. Según el INE, 27.300 personas (2%) son las que emplean la lengua de signos.  El 11,3% de la población tiene problemas auditivos, de distinto tipo y grado, que les plantean dificultades para entender una conversación en un tono de voz normal. La presbiacusia afecta aproximadamente al 30% de la población entre los 65 -70 años, alcanzando al 80% de la población por encima de los 75 años.

[2] El bucle magnético posibilita la comunicación directa con el interlocutor reduciendo el ruido ambiente y acercando la voz directamente a la persona sorda a través de sus prótesis auditivas. Para casos de necesidad, FIAPAS cuenta con un servicio de préstamo de bucle magnético de uso individual.