La situación, por tanto, resulta claramente mejorable. Como recuerda Lary León, responsable del programa de Asistencia Hospitalaria de Antena 3, «los menores siempre deben recibir una información completa, porque les ayuda a normalizar la situación; los niños valoran muchísimo saber qué les está pasando y saber para qué sirve el tratamiento, lo encajan todo».
Dolor, pero no enfado
Entre otros datos, esta encuesta llevada a cabo con 400 niños con edades comprendidas entre los 7 y los 12 años e ingresados en 20 centros hospitalarios de toda la geografía nacional muestra que, por lo general, los menores suelen estar acompañados durante su estancia por sus madres –en un 68,8% de los casos, por solo un 22,8% de las ocasiones por sus padres.
Por lo que respecta a la información recibida por el médico, los niños aseguran que en un 36,1% de las ocasiones fueron informados de que sufrirían “un poco de dolor”, mientras que en el 24% de los casos se les comunicó que no padecerían dolor alguno. Sea como fuere, el 86,2% de los niños aseguró no estar enfadado con ningún personal sanitario.
Además, y mientras un 71,1% de los encuestados aseguró encontrarse mal, un 5,6% reconoció sentirse bien. Una percepción que, sin embargo, no influyó a la hora de mostrarse muy enfadados (1%), muy preocupados (3,8%), muy tristes (3,6%) o muy asustados (5,4%).
Guía para profesionales
Finalmente, la encuesta también muestra como cuatro de cada 10 niños ingresados sufre dolor, un porcentaje que, en palabras del Dr. Francisco Reinoso, coordinador de la Unidad del Dolor Infantil del Hospital de la Paz de Madrid, «es superior al que se esperaba». Sin embargo, las molestias rutinarias solo representan un dolor de dos puntos en una escala sobre diez.
Para mejorar esta situación, y además del canal Fan3, específico para hospitales infantiles; la Fundación Antena 3 presentará próximamente una guía para profesionales sanitarios que permitirá optimizar la atención a los niños hospitalizados. Concretamente, «la guía posibilitará que niños que se encuentran en los departamentos de oncología o traumatología, entre otros, sufran menos dolor y lo aborden de una manera más adecuada», concluye Lary León.
