El uso de productos de herboristería ha experimentado un notable incremento en la sociedad actual. Son cada vez más buscados como alternativas naturales para mejorar la salud y tratar diversas dolencias. Estos productos, derivados de ingredientes botánicos, han ganado popularidad gracias a su presunta eficacia y a la percepción de bajos riesgos para la salud. Sin embargo, su consumo genera preocupación entre los expertos debido a la escasez de evidencia científica que respalde su seguridad y eficacia. Ahora, un estudio realizado por especialistas de los servicios de Hepatología y Farmacia del Hospital Clínic de Barcelona concluye pueden ser dañinos para personas con enfermedades del hígado.

enfermedad hepática

El estudio, presentado en el 49 Congreso de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), ha estudiado el consumo de suplementos dietéticos y productos de herboristería potencialmente hepatotóxicos entre pacientes con una hepatopatía de base. Y la conclusión es clara y preocupante: la toma de estos productos es bastante común entre personas con enfermedades del hígado, a pesar de que una proporción significativa de estos productos podrían ser perjudiciales para su salud, algo de lo que los pacientes no son conscientes.

Aunque sobre una muestra no demasiado grande, de 150 pacientes, los resultados de este estudio son muy relevantes porque el consumo de productos de herboristería y suplementos dietéticos (HSD) entre la población general es muy habitual, y sin embargo no hay muchos datos en pacientes que tienen una enfermedad del hígado de base. Por ello, el objetivo de estudio, de carácter prospectivo y realizado sobre pacientes que acudieron a Consultas Externas de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona durante cinco meses consecutivos, fue determinar entre estos pacientes la frecuencia de consumo, la composición y el motivo por el que toman productos HSD, especialmente aquellos que podrían ser hepatotóxicos.

Se entrevistó a un total de 150 pacientes, 84 hombres (56%) y 66 mujeres (44%). Las hepatopatías de base más frecuentes fueron las debidas a VHB (37%), VHC (36%) e hígado graso (7%). De los 150 pacientes, 118 (79%) tomaban medicación por prescripción médica y únicamente 12 (8%) reconocieron la toma de HSD antes de la entrevista dirigida. Tras un interrogatorio detallado, realizado por una enfermera, 52 (35%) reconocieron la toma de suplementos dietéticos, 68 (45%) de productos de herboristería y 28 (19%) consumían ambos. La mayoría (77%) tomaban los productos HSD de forma diaria y una gran proporción (62%) no conocían su composición. Las principales razones para la toma de suplementos dietéticos fueron como complemento vitamínico (23), caída capilar y uñas (6), musculación (5), “desintoxicación hepática” (3), estrés (2) y síntomas de menopausia (2).

En cuanto a los productos de herboristería la mayoría los consumían porque “les gustan las infusiones” (53), pero también para reducir el colesterol (3), dolores artículares (3), “limpieza de hígado” (3), digestivo (2) y pérdida de peso (2). Los productos HSD más frecuentes fueron: té verde (16), cúrcuma-pimienta negra (11), creatina (4), Ashwagandha (2), Aloe vera (2), cola de caballo (2), levadura de arroz rojo (2), valeriana (2), clavo (2), castaño de Indias (1), gel de cafeína (1), Cimicifuga racemosa (1) y amapola (1).

Entre ellos, un número significativo están clasificados como causa bien conocida (nivel A: Cimicifuga, té verde) o muy probable (nivel B: Aloe vera, cúrcuma-pimienta negra, amapola) de toxicidad hepática. Otros como Ashwagandha, valeriana, gel de cafeína, levadura de arroz rojo, cola de caballo y clavo se han clasificado como causa probable (nivel C) de hepatotoxicidad.

Los resultados de este estudio ponen de manifiesto la necesidad de que exista una mayor educación sanitaria entre los pacientes, especialmente aquellos que padecen enfermedades hepáticas. Además, resaltan la importancia de una mayor vigilancia y regulación en el consumo de productos de herboristería y suplementos dietéticos, especialmente entre aquellos con condiciones hepáticas preexistentes, para evitar complicaciones innecesarias y proteger la salud de los pacientes.