Triplicar los impuestos sobre los productos del tabaco conllevaría una disminución de un 33% de la población fumadora y evitaría, a lo largo del presente siglo XXI, 200 millones de muertes prematuras por cáncer de pulmón y otras enfermedades asociadas al tabaquismo. Así lo señala un estudio llevado a cabo por investigadores de la organización Cancer Research UK (CRUK) y publicado en la revista The New England Journal of Medicine (NEJM).

En palabras del doctor Richard Peto, director de la investigación, “el incremento de los impuestos animaría a la gente a dejar de fumar y, al mismo tiempo, subiría el precio del tabaco más barato, con lo que se evitaría que los jóvenes se iniciaran en el hábito. Una medida que si bien resultaría especialmente eficaz en los países de ingresos bajos y medianos, donde aún existen marcas de tabaco relativamente asequibles, también lo sería en los países más ricos”.

Y a este respecto, los autores ponen el ejemplo de Francia, país en el que el consumo de cigarrillos se ha reducido a la mitad entre los años 1990 y 2005 como consecuencia de una subida de los impuestos muy por encima de la inflación.

A más impuestos, menos fumadores

Para llevar a cabo la investigación, los autores revisaron 63 estudios ya publicados sobre las causas y consecuencias del consumo del tabaco. Y como recuerdan los autores, “los fumadores pierden de media, cuando menos, 10 años de vida por culpa del tabaco. Y dejar de fumar antes de la edad de 40 años reduce en un 90% los riesgos que conlleva el tabaco para la salud en comparación con las personas que continúan fumando”.

Los resultados muestran que la subida de los impuestos sobre el tabaco hasta duplicar el precio de los cigarrillos conllevaría una reducción del 33% del porcentaje de fumadores en todo el mundo. Es más; también supondría un aumento de los ingresos anuales de los gobiernos, “ingresos adicionales que podrían invertirse para aumentar los presupuestos los dedicados a sanidad”, sugieren los autores.

En este contexto, como concluye el doctor Harpal Kumar, “a nivel mundial, en torno a 500 millones de niños y adultos menores de 35 son ya fumadores o están a punto de iniciarse en el hábito. Y muchos de ellos se enganchan al tabaco para toda la vida. En consecuencia, hay una necesidad urgente de que los gobiernos encuentren formas para evitar que estas personas se inicien en el tabaco y para ayudarles a dejar de fumar”.

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘NEJM’?