Cada 17 de septiembre, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, una iniciativa liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que tiene como objetivo sensibilizar sobre la importancia de garantizar que la atención sanitaria sea segura para todos. Este año, el lema escogido es “Diagnósticos correctos, pacientes seguros”, y destaca la necesidad urgente de mejorar los procesos diagnósticos, un área crítica en la seguridad del paciente que puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso o el agravamiento de una enfermedad.

Seguridad del paciente

El proceso de diagnóstico incluye desde la comunicación inicial con el paciente hasta el reconocimiento físico, pasando por la realización de pruebas y la interpretación de los resultados, eslabones fundamentales en la cadena de atención médica. Un diagnóstico correcto no sólo permite establecer un tratamiento adecuado, sino que maximiza los beneficios de éste y minimiza los riesgos asociados. Sin embargo, para alcanzar este objetivo, es fundamental la colaboración entre pacientes, profesionales de la salud y el sistema sanitario en su conjunto.

Sobre todo ello han profundizado organizaciones como la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria (Asanec) y la patronal farmacéutica Farmaindustria. La primera ha destacado la relevancia de promover la seguridad en diversas áreas clave, como la transferencia segura, el uso correcto de los medicamentos y la prevención de infecciones.

Detección temprana y seguridad de los fármacos

Para Asanec, la detección temprana de eventos adversos y la implementación de estrategias que reduzcan el riesgo de causar daños innecesarios son esenciales para garantizar la seguridad del paciente. María José Jiménez, enfermera de la Unidad de Gestión Clínica Centro de Salud Mediterráneo-Torrecárdenas del Distrito de Atención Primaria Almería, y referente de Asanec en este tema, subraya que la seguridad del paciente implica reducir al mínimo los riesgos de daño durante la atención médica. Y destaca que muchos de estos efectos adversos son de origen multicausal, vinculados a factores como el uso de fármacos, la comunicación y los procedimientos.

En el caso de Farmaindustria, sus miembros asumen su responsabilidad en la seguridad del paciente. Desde el inicio del proceso de investigación y desarrollo (I+D) de un medicamento hasta su comercialización y uso clínico, las empresas farmacéuticas juegan un papel crucial en la reducción de riesgos. Este compromiso se manifiesta en prácticas de farmacovigilancia, innovación incremental en medicamentos y medidas como el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM), creado para evitar la falsificación de fármacos.

En los últimos años, la industria farmacéutica ha impulsado además el ‘Código de Conducta regulador del tratamiento de datos personales en el ámbito de los ensayos clínicos y otras investigaciones clínicas y de la farmacovigilancia‘, el primero en Europa de sus características.

Arantxa Sancho, directora del Departamento de Asuntos Médico-Científicos de Farmaindustria, resalta que el buen uso de los medicamentos es esencial para asegurar la salud y el bienestar de los pacientes. Añade que la industria trabaja continuamente en la búsqueda de soluciones que garanticen la seguridad y eficacia de los tratamientos. “Su buen uso es crítico para que la seguridad y bienestar de los pacientes no se vean comprometidas. Y esta tarea nos compromete a todos: industria farmacéutica, profesionales sanitarios, administraciones públicas y pacientes».

En este sentido, la OMS insiste en la necesidad de que los pacientes participen activamente en sus cuidados y que se les brinden herramientas para que puedan tomar decisiones informadas sobre su salud. Y Asanec ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que no dude en preguntar a las enfermeras sobre cualquier duda relacionada con su tratamiento o cuidado.