Una terapia experimental de estimulación eléctrica de la médula espinal ha posibilitado que cuatro pacientes con paraplejia hayan podido recuperar el movimiento voluntario de sus extremidades inferiores –concretamente, de sus rodillas, tobillos y dedos de los pies–. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Frazier Rehab en Louisville (Estados Unidos) y publicado en la revista Brain.

El beneficio de la terapia solo se observó durante el tiempo en el que se mantuvo la estimulación eléctrica. Pero como destaca la doctora Claudia A. Angeli, directora de la investigación, «el programa tiene el potencial para que las personas con parálisis completa recuperen, incluso después de años de lesión, el movimiento voluntario«.Movimiento voluntario

El estudio es la continuación de una investigación iniciada por el mismo equipo en 2009, en la que se implantaron 16 electrodos en la zona lesionada de la médula espinal de Rob Summers, joven con parálisis por debajo de su pecho. Y la estimulación nerviosa, junto con una terapia diaria de rehabilitación específica, permitió al paciente soportar su peso en pocas semanas y, además, recuperar parte del control voluntario de sus piernas, de su vejiga y de su funcionalidad sexual.

Ante el éxito del tratamiento, los investigadores sumaron al estudio a tres nuevos pacientes, de los que dos no solo tenían parálisis motora –lo que conlleva el mantenimiento de una mínima sensibilidad en la zona paralizada–, sino también sensorial. Y en este caso, la estimulación eléctrica de la médula hizo que los tres recuperaran de forma parcial el movimiento voluntario de sus piernas. Un beneficio que, además, requirió de tan solo unos días de tratamiento.

El beneficio podría obedecer, como apunta el doctor Reggie Edgerton, investigador del estudio, «a que en lugar de la existencia de una separación completa de las regiones superior e inferior con respecto a la lesión, sea posible que exista algún tipo de contacto, pero que estas conexiones no sean funcionales. Así, la estimulación de la médula podría despertar estas conexiones«.

Y como destaca el doctor Roderic Pettigrew, director del Instituto Nacional de Imágenes Biomédicas y Bioingeniería (NIBIB) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, a propósito de los resultados, «cuando supimos que un paciente había recuperado el control voluntario con la estimulación de la médula fuimos optimistas. Y a la vez, cautos. Pero ahora que se ha visto que la terapia es exitosa en cuatro de un total de cuatro pacientes, podemos pensar que un gran número de personas que hasta ahora tenían pocas esperanzas de recuperarse de una lesión de la columna puedan beneficiarse de esta intervención».

– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Brain’?

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