Ante los rebrotes de coronavirus, como alternativa a la atención presencial, han surgido nuevas fórmulas de atención al ciudadano a través de videollamadas o aplicaciones que, a pesar de su gran utilidad, pueden suponer una gran limitación para las personas con sordera, tanto en cuanto no se proporcione accesibilidad auditiva y a la comunicación. 

Por ello, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) ha recordado nuevamente la necesidad de que los servicios telefónicos relacionados con la asistencia sanitaria y con la seguridad ciudadana sean accesibles para todas las personas, incorporando posibilidad de chats, mensajería instantánea y videollamadas que permitan la comunicación en tiempo real, mediante voz, texto, subtitulado e imagen.

Proceso de citación para vacuna contra el Covid-19 

Con respecto al proceso de citación para la vacunación, FIAPAS muestra su preocupación por la falta de previsión de estas medidas de accesibilidad en la fase de cita previa. 

También recuerda las nuevas barreras de comunicación que surgen por las necesarias medidas de seguridad establecidas para prevenir los contagios, como el uso de mascarillas que minoran y distorsionan la voz del interlocutor, de manera que la escucha es menos nítida e inteligible. Por ello, es imprescindible que, en el proceso de vacunación, los sanitarios que inoculan la vacuna faciliten una comunicación eficaz y se aseguren de que la persona sorda está comprendiendo los mensajes de vigilancia y cuidado que debe seguir tras la vacunación.

Información de utilidad práctica

Por este motivo, esta entidad ha difundido un material que contiene unas Pautas que Facilitan y Apoyan la Comunicación con una Persona con Sordera, que pueden ser muy útiles para los profesionales en una situación de emergencia sociosanitaria como la actual, así como información del Servicio de Préstamo de bucles magnéticos de uso individual que ofrece FIAPAS para personas sordas usuarias de prótesis auditivas que requieran de esta tecnología en entornos clínicos (servicios de urgencias, hospitales, centros de salud y/o consultas). Esta asistencia se ofrece tanto a pacientes como a acompañantes y familiares, tanto si la persona con sordera es el propio facultativo o cualquier otro profesional que ejerce su labor en este ámbito, posibilitando la comunicación directa, reduciendo el ruido ambiente y acercado el sonido y la voz.

Recordamos que en España hay más de tres millones de personas con pérdidas de audición que no les permiten mantener una conversación en un tono de voz normal.