El estudio Relevo ha desarrollado ‘Treasure Rangers’, videojuego de plataformas y exploración en el que, para superar los problemas y retos que se plantean a lo largo de la historia, hay que combinar las habilidades únicas de cuatro personajes entre los que se encuentra Randy, chico con trastorno del espectro autista (TEA) sin comunicación verbal y con dificultades para el procesamiento de los estímulos sensoriales al que le encantan los videojuegos, los puzzles y las camas elásticas.
En palabras de Susana Martín, responsable de Relaciones Públicas de PlayStation España, «hay que destacar el gran potencial de este videojuego, tanto para transmitir valores como para contar historias, ya que no es un juego sobre el autismo o para personas con autismo, sino que muestra el trastorno tal y como es con el objetivo de normalizarlo«.
No en vano, como explica Amparo Rey, responsable de Comunicación de Confederación Autismo España, «lo importante de este videojuego es que se acerca a la discapacidad desde la capacidad y no desde las dificultades, ya que todos los personajes son igual de importantes para alcanzar el objetivo del juego».
La pandilla
El videojuego ‘Treasure Rangers’, incluido en el programa PlayStation®Alianzas, narra la historia de una pandilla de cuatro amigos muy diferentes entre sí pero que tienen en común que disfrutan divirtiéndose juntos. Una pandilla en la que, además de Randy, encontramos a Lucy, la inteligente y deportista líder del grupo; Eric, un joven con poderes relacionados con las plantas y la naturaleza; y Roxy, una inconformista de corazón rebelde.
Como explican los desarrolladores del videojuego, «todos los personajes son igual de importantes y el jugador tendrá que ir cambiando de personaje para, en función de las habilidades de cada uno, ir resolviendo las trampas y puzles que se van presentando. En el caso de Randy serán fundamentales su sentido espacial, su capacidad para orientarse y su memoria fotográfica, que le permitirá memorizar una serie de símbolos con los que abrir ciertas puertas».
Así, como concluye Jon Cortázar, director de Relevo y padre de un niño con autismo, «el personaje de Randy se integra perfectamente tanto en la historia como en mecánicas de juego, buscando así visibilizar el autismo y favorecer la inclusión y el conocimiento de la amplia variabilidad de personas existente en el colectivo. La clave es que este chico es tan importante como cualquier otro de los personajes y es necesario para, trabajando en equipo, resolver los misterios y pruebas que plantea el juego».
– A día de hoy, 14 asociaciones de pacientes dedicadas a los trastornos del espectro autista (TEA) son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?