Bajo el lema ‘No es demasiado tarde’, este miércoles, 19 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una efeméride impulsada desde el año 2002 por la Iniciativa Mundial contra la EPOC (GOLD) y que, cada segundo o tercer miércoles de noviembre, se celebra con la colaboración de las asociaciones de pacientes de todo el planeta para informar y sensibilizar a la población sobre la enfermedad y mejorar su tratamiento en todo el mundo.
Como explica la Iniciativa GOLD, “la EPOC es una enfermedad altamente prevalente que tiene un gran impacto sobre la calidad de vida de los pacientes y sus familiares y es responsable de la muerte de millones de personas en todo el mundo. Además, en torno a un 25-50% de los pacientes con EPOC en un estadio clínico significativo desconocen padecer la enfermedad”.
EPOC y tabaco
En la presente edición, y tal y como ya sucediera en los años 2012 y 2013, el Día Mundial se celebrará bajo el lema ‘No es demasiado tarde’, “un mensaje positivo escogido para enfatizar las acciones que puede llevar a cabo la población para mejorar su salud respiratoria en cualquier fase anterior o posterior al diagnóstico de la enfermedad”, destaca la Iniciativa.
Y dentro de estas acciones, debe sobre todo destacarse la necesidad de abandonar el hábito tabáquico. Y es que como recuerda la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “el consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de la EPOC, siendo la causa de su aparición en un 90% de los pacientes. Así, mientras un 10% de los no fumadores desarrollarán EPOC, el 40-50% de las personas que fuman durante toda su vida acabarán padeciendo la enfermedad”.
Por tanto, como refiere el doctor José Antonio Quintano, coordinador del Grupo de Trabajo de Respiratorio de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), “el mejor tratamiento para esta enfermedad crónica es la prevención, es decir, dejar de fumar”.
Mortalidad creciente
De acuerdo con los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicados el pasado mes de octubre, en el año 2004 convivían en todo el planeta más de 64 millones de pacientes con EPOC, enfermedad que solo en 2005 fue responsable de más de 3 millones de fallecimientos –o lo que es lo mismo, el 5% del total de muertes registradas en ese año.
Además, y contrariamente a como sucedía en el pasado, no se trata de una enfermedad comúnmente asociada a la población masculina. De hecho, “a día de hoy afecta casi por igual a ambos sexos, en parte debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres de los países de ingresos elevados”, informa la OMS, que a su vez alerta que “en ausencia de intervenciones para reducir los riesgos, y en particular la exposición al humo del tabaco, se prevé que las muertes por EPOC aumenten en más de un 30% en los próximos 10 años”.
Más de 1,5 millones de españoles
En el caso específico de nuestro país, la EPOC es responsable cada año de la muerte de más de 18.000 personas. De hecho, la EPOC se corresponde con la primera causa de muerte evitable en España, un dato a tener muy en cuenta dado que, de acuerdo con los datos del estudio EPISCAN, el 10,2% de los españoles padecen la enfermedad –o lo que es lo mismo, más de 1,5 millones de personas, de las que un 73% no han sido aún diagnosticadas.
Es más; como alerta la SEPAR, “según muestra el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de mortalidad española por EPOC ha aumentado un 38,7% respecto a las cifras del año anterior”.
Todo ello sin olvidar el enorme gasto asociado con la enfermedad. El coste medio derivado de la atención a los afectados por la EPOC se establece de 1.876 euros anuales por paciente, y en su conjunto, “la EPOC consume el 2% del presupuesto de la sanidad pública española, ya que los gastos atribuibles a su tratamiento alcanzan los 3.000 millones de euros anuales, de los cuales un 84% corresponden a ingresos hospitalarios”, apunta el doctor José Miguel Rodríguez González-Moro, director de Relaciones Institucionales de la SEPAR.
Por todo ello, la EPOC, y más específicamente su mortalidad asociada, constituye un problema sociosanitario de primera magnitud cuya solución solo puede alcanzarse, como concluye la doctora Pilar de Lucas, presidenta de la SEPAR, “aunando fuerzas entre instituciones, sociedades científicas, profesionales sanitarios y, obviamente, con el total apoyo e implicación de los distintos gobiernos europeos. Es fundamental implementar acciones que generen más concienciación de los gobiernos, la industria y el público en general sobre la pesada carga económica que supone la EPOC para Europa”.
– A día de hoy, la Asociación Malagueña de EPOC (AMALEPOC), asociación de pacientes dedicada a la EPOC, ya es miembro activo de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?