Esta iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental (FMSM) busca concienciar a la población acerca de estos problemas de salud y, más en concreto, fomentar un debate más abierto sobre ellos y promover una mayor inversión en más y mejores servicios de prevención y tratamiento.
Invertir en salud
El pasado jueves, 6 de octubre, la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, inauguró la jornada conmemorativa de este Día Mundial que también contó con la participación de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES).
El lema de este año del Día Mundial es “Invirtamos en salud mental”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncia que los recursos económicos y humanos que se asignan a estas enfermedades son muy insuficientes, en especial en los países con menos recursos.
La mayoría de los estados de ingresos bajos y medios dedican menos del 2% de su presupuesto sanitario a la salud mental y muchos países cuentan con menos de un especialista por cada millón de habitantes. Además, una parte considerable de esos limitados recursos va a parar a los grandes hospitales psiquiátricos y no llega a los servicios de atención comunitarios ni a los centros de atención primaria de salud. Según la OMS, es imprescindible aumentar la inversión en salud mental y dirigir los recursos disponibles hacia servicios más eficaces y cercanos al enfermo y sus familiares.
De los 450 millones de personas que se estima que sufren un trastorno de salud mental en el mundo, menos de la mitad recibe la atención que necesita. Muchos países con un bajo nivel de ingresos cuentan con uno o dos psiquiatras para toda su población, mientras que numerosas naciones desarrolladas están recortando sus servicios de salud mental, proporcionando menos atención a los pacientes y familiares.
Años vividos con discapacidad
En España se estima que el 19,5% de los ciudadanos presentaron alguna vez en la vida algún trastorno mental, el 15,7% de los hombres y el 22,9% de las mujeres. En relación a la prevalencia en los 12 meses previos a la realización del estudio (prevalencia-año), el 8,4% de la población presentó algún trastorno de este tipo, el 5,2% de hombres y el 11,4% de mujeres.
Por otra parte, la prevalencia de mala salud mental obtenida del análisis de la Encuesta Nacional de Salud del año 2006 sería del 21,5% entre los entrevistados, siendo más elevada entre las mujeres (27%) que entre los hombres (15,7%), aumentando con la edad, principalmente entre las personas mayores de 65 años.
Además, este estudio encuentra diferencias significativas entre comunidades autónomas respecto a la prevalencia de mala salud mental y que podrían estar relacionadas con características tales como el nivel socioeconómico, el nivel de estudios, las tasas de desempleo e inmigración y también con una implantación desigual de la reforma psiquiátrica.
Aproximadamente un 14% de la carga mundial de las enfermedades puede ser atribuido a trastornos neuropsiquiátricos, la mayoría debido a enfermedades de naturaleza crónica como, por ejemplo, la depresión. Entre las enfermedades no fatales, la depresión es la mayor causa de años vividos con discapacidad.
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