Bajo el lema ‘Acceso a la Atención en Diabetes’, este domingo, 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una efeméride impulsada desde el año 1991 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Diabetes (IDF) con el objetivo de informar y concienciar a la sociedad sobre la diabetes y sus complicaciones, mejorar la calidad de vida de los pacientes y frenar el incremento de la prevalencia de una enfermedad cuyas tasas de morbilidad y mortalidad –según alerta la propia OMS– aumentan de forma vertiginosa en todo el planeta.

Como explica la IDF, “los pacientes de diabetes requieren atención continuada y apoyos para manejar su enfermedad y evitar complicaciones. Sin embargo, millones de pacientes de todo el mundo no tienen acceso a esta atención. No podemos esperar más por los tratamientos, tecnologías, apoyos y cuidados que necesita toda la población con diabetes. Y tampoco por un incremento en la inversión en la prevención y cuidado de la enfermedad por los gobiernos”.

En este contexto, recuerda la Federación, “el centenario del descubrimiento de la insulina representa una oportunidad única para lograr un cambio significativo para los más de 460 millones de pacientes con diabetes y los millones de personas en riesgo. Si no es ahora, ¿cuándo?”.

La fecha escogida para la celebración de la efeméride –14 de noviembre– conmemora el nacimiento en el año 1891 de Frederick Banting, co-descubridor junto a Charles Best de la insulina en 1922.

Una muerte cada cinco segundos

De acuerdo con los datos del 10º Atlas de la Diabetes de la IDF, una de cada 10 personas con edades comprendidas entre los 20 y los 79 años tiene diabetes, lo que arroja una cifra global de 537 millones de pacientes. Por tanto, y desde la publicación de la novena edición del informe en 2019, la cifra de afectados se ha incrementado un 16% –o lo que es lo mismo, en 74 millones más.

Sin embargo, y a pesar de la magnitud de estas cifras y de que ya han transcurrido 100 años desde el descubrimiento de la insulina, la mitad de los pacientes con la enfermedad no tienen acceso a la insulina o no pueden costeársela.

Como alerta Andrew Boulton, presidente de la IDF, “en el marco de este centenario, me gustaría poder decir que hemos sido testigos de acciones decisivas para darle la vuelta a la marea creciente de la diabetes. Pero no es así. La diabetes es una pandemia cuya magnitud no tiene precedentes. Este año, la OMS lanzó la iniciativa Global Diabetes Compact y los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) firmaron una resolución para la puesta en marcha con urgencia de una acción global para abordar la diabetes. Y si bien se trata de dos hitos muy significativos, las palabras tienen que convertirse en acciones. Y si no ahora, ¿cuándo?”.

Y es que el mundo no puede esperar más: el número de personas con intolerancia a la glucosa y, por tanto, con un elevado riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, se eleva a 541 millones, por lo que se estima que la cifra global de pacientes, de 643 millones en 2030, se disparará hasta los 784 millones para 2045. Un aspecto a tener muy en cuenta dado que la enfermedad será responsable ya este 2021 de 6,7 millones de muertes –o lo que es lo mismo, un deceso cada cinco segundos.

Como apunta la OMS, “las defunciones por diabetes en el mundo han aumentado en un 70% entre 2000 y 2019. Además, la diabetes es una causa importante de ceguera, insuficiencia renal, infartos de miocardio, ictus y amputación de los miembros inferiores. Sin embargo, uno de cada dos adultos que presentan esta enfermedad lo desconoce

Para secundar la petición de la IDF para que los gobiernos cumplan con el acceso igualitario de medicamentos y dispositivos para todos los pacientes, la prevención de la diabetes tipo 2 y la participación activa de las personas que conviven con la enfermedad en el desarrollo de políticas públicas, clica aquí.

Educación diabetológica: menos costes

Con cerca de seis millones de pacientes de diabetes, España es el quinto país de Europa –tras Alemania, Rusia. Turquía e Italia– con el mayor número de afectados por la enfermedad. Y dadas las estimaciones globales y el envejecimiento poblacional, el futuro no se presenta para nada halagüeño. Por tanto, es el momento de atender adecuadamente a los pacientes y de poner en marcha políticas contundentes para reducir su aumento.

En palabras de Juan Francisco Perán, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), miembro de Somos Pacientes, “los gobiernos, tanto a nivel central como autonómicos deben ser conscientes de que la diabetes es una patología crónica, con multitud de complicaciones, y que su abordaje debe ser multidisciplinar, adoptando políticas centradas en el paciente y con proyección de futuro, y no cortoplacistas. La clave es centrar los esfuerzos en iniciativas que respondan a las verdaderas necesidades de los pacientes y, en este sentido, se debe contar con la opinión de las entidades que les representamos. Sólo así se logrará la implementación de las medidas más adecuadas”.

En este contexto, tal y como recoge el Manifiesto del Día Mundial de la Diabetes de FEDE, los pacientes reclaman el acceso prioritario a 1) sistemas de monitorización, 2) programas formativos, 3) últimas novedades terapéuticas, 4) atención especializada y 5) medicamentos orales, con independencia del lugar de residencia y/o el tipo de patología.

No en vano, el acceso al mejor tratamiento, junto con una adecuada educación diabetológica, es la clave para que el un paciente se encuentre bien controlado y sin complicaciones. Y de no ser así, no solo se verá afectada significativamente la calidad de vida del enfermo y sus allegados, sino toda la sociedad dado el elevado gasto sanitario asociado a las complicaciones de la enfermedad.

Concretamente, los gastos del abordaje de la diabetes se elevan hasta los 5.809 millones de euros anuales –el 8,2% del presupuesto sanitario total–, de los que 2.143 millones corresponden a las complicaciones de la enfermedad. Y es que como muestra el Informe sobre el impacto económico de la diabetes tipo 2 en España de la Federación, un paciente con un buen control de su diabetes supone 883 euros anuales de gasto al sistema, mientras que el que no lo está puede llegar a un gasto de 2.133 euros anuales.

Como destaca FEDE, “queda patente que la educación diabetológica vuelve a ser un pilar fundamental para reducir las enfermedades por falta de formación, pudiendo suponer hasta un 20% de ahorro en el gasto sanitario, lo que se traduciría en 900 millones de euros que podrían reorientarse a evitar complicaciones y/o a reforzar los programas educativos dirigidos a pacientes y familiares”.

Equidad de acceso

Asimismo, el lema escogido por la IDF para esta efeméride, ‘Acceso a la Atención en Diabetes’, cuenta con una vigencia total en nuestro país dada la existencia de inequidades a la hora de acceder a determinados medicamentos, terapias y tecnologías sanitarias en función de que el paciente resida en una u otra CC AA.

Como concluye Noemí González Pérez de Villar, secretaria de la Sociedad Española de Diabetes (SED), “en la conmemoración del centenario del descubrimiento de la insulina podemos celebrar que se ha avanzado en muchos aspectos del tratamiento de la diabetes: mejores insulinas y fármacos con efectos más allá de la glucemia y beneficios en mortalidad. Pero quizá el mayor avance que ha supuesto un cambio en la calidad de vida de las personas con diabetes es la aparición de los sensores de glucosa, que permiten conocer los valores de glucosa en cada momento sin necesidad de pincharse los dedos. Es sin duda un antes y un después. Pero lamentablemente aún sólo una pequeña proporción de pacientes puede disponer de ellos por su elevado coste y no financiación”.

– A día de hoy, 95 asociaciones de pacientes dedicadas a la diabetes son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?