La Asociación de Epilepsia de la Comunidad Valenciana (ALCE), miembro de Somos Pacientes, ha emitido un comunicado para denunciar el desabastecimiento de algunos fármacos para el tratamiento de la epilepsia en la Comunidad Valenciana, situación que conlleva un grave riesgo para la salud de los pacientes.
Como explica ALCE, “sabemos que para el control de las crisis es imprescindible el cumplimiento de la toma de medicación, dosis y pauta, por lo que nos vemos en la obligación de manifestar nuestro sentimiento de alarma y malestar por los perjuicios que esta situación está ocasionando a muchos pacientes que tienen que ir ‘de peregrinación’ por diferentes oficinas de farmacia, con la esperanza de conseguir el fármaco recetado para cumplir correctamente con el tratamiento, dosis y pauta prescritos por su neurólogo, con el riesgo que conlleva no encontrarlo”.
Pacientes desprotegidos
La escasez y falta de suministro de fármacos antiepilépticos es un problema que los pacientes de la en la Comunidad Valenciana vienen afrontando, si bien de manera intermitente, desde hace más de dos años. Sin embargo, ALCE destaca la situación de levetiracetam (Keppra), medicamento no disponible desde hace ya seis meses en las oficinas de farmacia de la Comunidad.
Una situación constatada por el seguimiento de los usuarios realizado por ALCE y que resulta, como denuncia la propia Asociación, en que “lamentablemente el paciente se encuentra desprotegido, desasistido y con un miedo profundo a no encontrar el fármaco que controla su enfermedad y sus crisis. Llega la ansiedad, y quizá una recaída en su enfermedad”.
Así, y ante la propuesta de la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana de facilitar un número de teléfono en el que los pacientes pudieran informarse de cómo y dónde conseguir el medicamento, ALCE recuerda que resulta “claramente insuficiente, pues es inviable en poblaciones pequeñas con pocas oficinas de farmacia y no contamos con la suficiente infraestructura para dar a conocer a todos los pacientes que toman Keppra el procedimiento. Además, los pacientes deberían tener derecho a encontrar este tipo de medicación en el momento que lo necesitan, en cualquier oficina de farmacia”.
Por todo ello, concluye la Asociación, “hemos sido confiados, prudentes y pacientes, hemos esperado a que los responsables arbitren medidas definitivas para que esto no ocurra. Pero estas no llegan”.
Para leer el comunicado de ALCE, clica aquí.
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