La Unión de Consumidores de Andalucía (UCA) ha solicitado una regulación más restrictiva a las administraciones –y un mayor control a los progenitores– sobre el uso y posibilidad de descarga de una serie de aplicaciones –o apps– que, caso de los nuevos videojuegos que inducen al consumo de drogas, pueden ser descargados por los menores en sus smartphones y tabletas.

La UCA hace referencia a seis videojuegos –con títulos tan explícitos como ‘Roll a joint’, ‘El porro perfecto’, ‘Drug addict’, ‘Snortlt’, ‘Snort cocaina’ y ‘Nose candy’– que, si bien especifican que el usuario debe ser mayor de edad, pueden ser instalados por los menores desde Internet en sus teléfonos móviles y tabletas digitales.

Como explican los denunciantes, «consideramos que este tipo de videojuegos resulta nada adecuado, pues a pesar de hacer apología del consumo de drogas y burlarse de sus efectos, pueden ser descargados y utilizados por parte de menores de edad».

Simular el consumo

En los dos primeros videojuegos se ofrece al usuario la posibilidad de elegir la hierba y simular el consumo a través del micrófono del teléfono. Y en el tercero, además, también se permite al usuario «cuidar de un drogadicto desde el teléfono al estilo de los juegos de mascotas, pero con un yonki como protagonista». «En consecuencia, se trata de una burla sobre los efectos de las drogas», denuncia la UCA.

La situación es incluso peor en los últimos tres videojuegos referidos. No en vano, «el reclamo para el videojuego es el de consumir cocaína esnifándola; por esta razón, estos tres casos nos parecen aún más graves«, incide la UCA.

Control educacional

De cara a la descarga, en todos estos juegos se pregunta al usuario si es mayor de edad. Sin embargo, y «al margen de la idoneidad y licitud o no de este tipo de contenidos –apunta la UCA–, entendemos que este control es tremendamente sensible de cara al usuario que fácilmente puede engañar, siendo menor de edad, e instalar esta aplicación en su teléfono o en su tableta digital».

Por todo ello, y además de exigir una regulación restrictiva sobre su uso, la UCA insiste a los progenitores para que «estén pendientes del uso que los menores de edad tengan de estas aplicaciones en sus teléfonos. Muchos son desconocedores del auténtico riesgo que suponen estas descargas sin efectuar un control educacional por su parte».