Las cardiopatías constituyen la primera causa de mortalidad en todo el mundo desde hace dos décadas. De hecho, el pasado 2019 fueron responsables del 16% de las 55,4 millones de muertes registradas en el planeta –cerca de nueve millones de decesos, dos más que en el año 2000–. Así lo muestran los datos del informe ‘Estadísticas Sanitarias Mundiales 2019’ de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el que se muestra que las enfermedades no transmisibles ocupan siete plazas en el listado de las 10 principales causas globales de mortalidad –frente a las cuatro que ocupaban en 2000.
Concretamente, y tras las cardiopatías, el listado viene completado en orden descendente por los ictus o accidentes cerebrovasculares; la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); las infecciones de las vías respiratorias inferiores; las condiciones neonatales; el cáncer de pulmón; la enfermedad de Alzheimer y otras demencias; las enfermedades diarreicas; la diabetes; y las enfermedades del riñón.
Como apunta el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, “estas nuevas estimaciones son otro recordatorio de que necesitamos intensificar rápidamente la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades no transmisibles. Ponen de relieve la urgencia de mejorar drásticamente la Atención Primaria de salud de manera equitativa e integral. Sin lugar a dudas, la robustez de la atención primaria de salud es la base sobre la que descansa todo, desde la lucha contra las enfermedades no transmisibles hasta la gestión de una pandemia”.
Más años con discapacidad
Entre otros resultados, el informe destaca la desaparición del listado de algunas de las enfermedades transmisibles más letales, caso de la tuberculosis, séptima causa de mortalidad en 2000 y decimotercera en 2019; y del VIH/sida, octava causa en 2000 y decimonovena el pasado año tras una caída del 51% en la cifra de decesos. Por el contrario, y si bien la cifra de fallecimientos asociados bajó en 460.000 con respecto a 2000 para un total de 2,6 millones en 2019, las infecciones de las vías respiratorias inferiores repiten en la cuarta posición.
Asimismo, destaca la OMS, “la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia se encuentran ahora entre las 10 principales causas de muerte en todo el mundo, y ocupan en 2019 el tercer lugar tanto en Europa como en América. Las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada: a nivel mundial, el 65% de las muertes por alzhéimer y otras formas de demencia corresponden a mujeres”.
Por su parte, los decesos por diabetes crecieron un 70% en el mundo entre 2000 y 2019, con un aumento del 80% en la población masculina.
En este contexto, y a día de hoy, la COVID-19 se ha cobrado más de 1,5 millones de vidas. Además, aquellas personas con patologías previas, caso de las cardiopatías, diabetes y enfermedades respiratorias, corren un mayor riesgo de tener complicaciones y fallecer debido a la COVID-19.
Finalmente, como concluye la OMS, “las estimaciones corroboran la tendencia creciente de la longevidad: en 2019, las personas vivían más de 6 años más que en 2000, con un promedio mundial de más de 73 años en 2019 en comparación con casi 67 en 2000. Ahora bien, de media solo cinco de esos años adicionales se vivieron gozando de buena salud. Y es que en efecto, la discapacidad va en aumento: se vive más tiempo, pero con más discapacidad”.
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