Hoy viernes, 17 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Prematuridad, una efeméride que, instituida en 2008 por la Fundación Europea para el Cuidado de los Recién Nacidos (EFCNI) como Día Europeo y convertido en Día Mundial tras la adhesión en 2010 de las organizaciones National Premmie Foundation de Australia, Little Big Souls de Sudáfrica y March of Dimes de Estados Unidos, es secundada por asociaciones de pacientes de más de un centenar de países con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre los problemas asociados a los partos prematuros.
Como informa la EFCNI, si bien los bebés prematuros conforman el mayor grupo de pacientes pediátricos en Europa, sus intereses y necesidades, así como los de sus progenitores, raramente se articulan públicamente. Este Día Mundial busca elevar la conciencia sobre los desafíos que rodean a los partos prematuros y educar a la población sobre sus riesgos y consecuencias.
Cada año nacen de forma prematura en torno a 15 millones de bebés en todo el planeta, y la prematuridad constituye, aún a día de hoy, la principal causa de muerte en menores de cinco años. De ahí la importancia de esta efeméride, con la que se trata de mejorar la detección precoz durante el embarazo, empoderar a los padres, promover las opciones terapéuticas innovadoras y reducir significativamente las consecuencias a largo plazo para los menores y sus familias.
Esta edición de la efeméride se celebra bajo el lema ‘Pequeñas acciones con un GRAN IMPACTO: contacto inmediato piel con piel para todos los bebés en todo el mundo’ y gira, un año más, en torno a la campaña ‘Calcetines para la Vida’ –‘Shocks for life’–, iniciativa global puesta en marcha por la EFCNI para incrementar la concienciación y, a través del trabajo en equipo, mejorar la situación de estos neonatos y de sus familias.
Concretamente, y de manera similar a la pasada edición, el lema hace referencia al denominado ‘método de la madre canguro’ para el cuidado de bebés prematuros o de bajo peso, consistente en un contacto piel con piel continuo y prolongado con la madre o el padre inmediatamente después del alumbramiento. Un método que, entre otros beneficios para el bebé y el progenitor, mejora la termorregulación; promueve la lactancia; previene las infecciones; tiene efectos positivos en el neurodesarrollo, así como psicológicos, psicosociales y en el comportamiento; y se asocia a una reducción de la mortalidad neonatal del 40%.
Sin embargo, apunta la Federación, “la implementación de este método como práctica supone un reto global. De hecho son muy pocos los países que los han adoptado de forma estándar con éxito, por lo que no se encuentra disponible para muchas familias. Por tanto son muchos los sistemas sanitarios que necesitan trasladar esta evidencia a la práctica clínica, lo que requiere un cambio de paradigma del modelo de cuidado neonatal ‘clásico’, en el que se separa al bebé de la madre, sobre todo en los casos en los que el neonato es muy pequeño o está demasiado enfermo”.
En definitiva, y a través del método de la madre canguro, se presenta “una visión en la que las madres, neonatos y familias conforman un centro inseparable en torno al cual se organiza toda la prestación de servicios materno-infantiles”, concluye la EFCNI.
Mayor riesgo de complicaciones
Los neonatos prematuros presentan, en comparación con los nacidos a término, mayor riesgo de problemas de salud. El resultado es que la cifra de bebés que fallecen a consecuencia de un parto prematuro es superior a la de aquellos que lo hace por enfermedades mejor conocidas, caso de la malaria o del VIH/sida. En consecuencia, la atención sociosanitaria y educativa de estos niños resulta fundamental no solo en los primeros meses de vida, sino durante sus primeros años.
Concretamente, los niños prematuros se clasifican en extremadamente prematuros –cuando el alumbramiento se produce antes de la semana 28 de gestación–; grandes prematuros –cuando se produce entre las semanas 28 y 32–; y prematuros tardíos –cuando el nacimiento tiene lugar entre las semanas 29 y 36–. Y en función del grado de prematuridad mayor es el riesgo de complicaciones graves como la parálisis cerebral, los déficits sensoriales, las enfermedades crónicas y las infecciones respiratorias agudas –especialmente la bronquiolitis causada por el virus respiratorio sincitial (VRS).
En este contexto, cada año nacen en nuestro país cerca de 31.000 bebés de forma prematura –esto es, antes de alcanzar la semana 37 de gestación–. Así lo muestran los datos del ‘Informe Euro-Peristat’, en el que se constata que 1 de cada 13 bebés nacidos en España lo hace de manera prematura.
Decálogo para mejorar la atención
Además de numerosas actividades programadas para conmemorar la efeméride, la Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM), miembro de Somos Pacientes, ha presentado junto a distintas asociaciones un decálogo de medidas para mejorar la atención y cuidado de sus hijos nacidos prematuramente. Para consultar el decálogo pincha aquí.
La Asociación de Prematuros de Cataluña ‘Som Prematurs’, miembro de Somos Pacientes, ha programado numerosas actividades para conmemorar este Día. Para consultar el listado de actividades pincha aquí.
La Asociación de Prematuros de Aragón (ARAPREM), miembro de Somos Pacientes, organiza desde las 17:30 horas de este viernes un encuentro en el Parque José Antonio Labordeta de Zaragoza para celebrar la efeméride. Para más información pincha aquí.