Bajo el lema ‘Educar para proteger el futuro’, hoy lunes, 14 de noviembre, se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, una efeméride impulsada desde 1991 por la Federación Internacional de Diabetes (IDF) y adoptada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2006 con el objetivo de informar y sensibilizar a la sociedad sobre la diabetes y sus complicaciones, mejorar la calidad de vida de los pacientes y frenar el incremento de la prevalencia de una enfermedad cuyas tasas de morbilidad y mortalidad –según alerta la propia OMS– aumentan de forma vertiginosa en todo el planeta.

Como informa la IDF, “el creciente número de personas afectadas por la diabetes está ejerciendo una presión adicional sobre los sistemas sanitarios. Los profesionales de la salud deben saber detectar y diagnosticar la patología de manera temprana y brindar la mejor atención posible. Y, por su parte, las personas que conviven con la enfermedad necesitan acceso a educación continua para comprender su condición y llevar a cabo el autocuidado diario esencial para mantenerse saludable y evitar complicaciones”.

La fecha escogida para la celebración de la efeméride –14 de noviembre– conmemora el nacimiento en el año 1891 de Frederick Banting, codescubridor junto a Charles Best de la insulina en 1922.

Acceso a la atención

De acuerdo con los datos del décimo Atlas de la Diabetes de la IDF, publicado el pasado año, una de cada 10 personas con edades comprendidas entre los 20 y los 79 años tiene diabetes, lo que arroja una cifra global de 537 millones de pacientes. Por tanto, y desde la publicación de la novena edición del informe en 2019, la cifra de afectados se ha incrementado un 16% –o lo que es lo mismo, en 74 millones adicionales.

Es más; de acuerdo con las estimaciones, la cifra global de afectados se elevará a 643 millones en 2030 y a hasta 783 millones en 2045. Y es que el número de personas con intolerancia a la glucosa y, por tanto, con un elevado riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, es ya a día de hoy de 541 millones. Un aspecto a tener muy en cuenta dado que el gasto global sanitario asociado a la enfermedad ha crecido un 316% en los últimos 15 años –para un total de 966.000 millones de dólares estadounidenses– y, sobre todo, que causó en 2021 6,7 millones de fallecimientos  –o lo que es lo mismo, uno cada cinco segundos.

En este contexto, indica la OMS, “entre los años 2000 y 2019 la probabilidad de morir entre los 30 y los 70 años de edad por alguna de las cuatro principales enfermedades no transmisibles, esto es, enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas o diabetes, se redujo en un 22% a escala mundial. Por el contrario, en el mismo periodo, las tasas de mortalidad por diabetes normalizadas por edad aumentaron en un 3%, siendo el incremento de porcentaje en los países con ingresos medianos o bajos de un 13%”.

Sin embargo, y a pesar de esta realidad y de que ya han transcurrido 100 años desde el descubrimiento de la insulina, la mitad de los pacientes no tienen acceso a ésta o no pueden costeársela.

Por ello, y como ya sucediera el pasado año –y ocurrirá en 2023–, el tema para la presente edición del Día Mundial es ‘Acceso a la Atención en Diabetes’, con el que la IDF quiere recordar en la necesidad de acceso a la medicina, tecnologías, apoyos y atención para todos los pacientes que lo requieran; y de una mayor inversión de los gobiernos en la prevención y atención. Como incide la Federación, “no podemos esperar más. Si no es ahora, ¿cuándo?”.

La efeméride también se celebra bajo el lema ‘Educar para proteger el futuro’ –‘Education to protect tomorrow’–, enmarcado en la campaña ‘Acceso a la Atención en Diabetes’ y con el que la IDF quiere poner el foco en la necesidad de un mejor acceso a una educación diabetológica de calidad tanto para los profesionales sanitarios como para los pacientes y su entorno.

Por ello, la Federación ha puesto en una encuesta en cinco idiomas –incluido el español– dirigida tanto a los profesionales como a los pacientes para conocer sus niveles de acceso a la educación diabetológica. Para participar en la encuesta, totalmente anónima y confidencial y cuya cumplimentación no requiere de más de 10 minutos, pincha aquí.

Para más información sobre el Día Mundial hazlo aquí.

En el caso específico de España, la cifra de pacientes de diabetes ha crecido un 42% desde 2019 para rozar los seis millones, lo que nos sitúa como el segundo país europeo con mayor número de afectados, únicamente superado por Alemania. Y de mantenerse la tendencia, la cifra se elevará a los nueve millones ya en 2025. Y es que cada día se suman 1.100 nuevos casos de diabetes tipo 2.

Por tanto, los datos son alarmantes. No solo porque el gasto sanitario actual de la enfermedad ya asciende a 5.809 millones de euros anuales –o lo que es lo mismo, el 8,2% del presupuesto total dedicado a sanidad– sino principalmente por su morbimortalidad asociada. Por tanto, el momento para actuar es ahora. Y en consonancia con el lema del Día Mundial, debe destacarse la formación y educación diabetológica para lograr el adecuado control de la patología.

La Federación Española de Diabetes (FEDE), miembro de Somos Pacientes recuerda que “la formación diabetológica es el mejor pilar para que a los pacientes con diabetes les ayude a mejorar la adherencia al tratamiento, pudiendo evitar hasta 25.000 muertes prematuras anuales en España”.

El problema es que tan solo un 45% de los pacientes y sus familiares reconoce haber recibido alguna formación en diabetes que, además, no siempre ha sido individualizada para su caso concreto. Todo ello a pesar de que en torno al 80% de los afectados presenta complicaciones cardiovasculares que podrían prevenirse con hábitos de vida saludables. Y estos hábitos suponen uno de los pilares clave de la educación diabetológica, por lo general impartida por las asociaciones de pacientes ante la falta de respuesta por las administraciones públicas.

Es más; como apunta María José Picón, vicepresidenta de la Sociedad Española de Diabetes (SED), “la educación terapéutica ha de estar adecuadamente profesionalizada, pero no todo profesional sanitario está capacitado para implementarla. Y que sea de calidad implica una evaluación de necesidades del paciente, unos contenidos educativos estructurados, una escucha activa y un reciclaje periódico. Para hacer todo esto de una forma efectiva es indispensable que los profesionales sanitarios tengan acceso a una formación continua que debe estar correctamente acreditada mediante diplomas en estas áreas de conocimiento”.

En la misma línea, explica Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería de España (CGE), “las enfermeras somos referentes en el seguimiento y cuidados de las personas con diabetes. Dada su prevalencia es una de las patologías que más cuidados y control precisa, ya que es una enfermedad silente que puede desencadenar graves complicaciones si el paciente no tiene unos buenos cuidados y un control estricto de los niveles de glucemia en sangre. Las enfermeras educadoras de diabetes son clave para que los niveles se mantengan en valores aceptables, potenciando hábitos de vida saludables, ejercicio y un buen manejo de la medicación”.

En definitiva, y con objeto de mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familiares, así como de reducir el coste sanitario asociado a la diabetes, es absolutamente necesario, tal y como recoge el Manifiesto por el Derecho a la Educación Diabetológica de FEDE, potenciar esta educación. Y, asimismo, concluye su presidente, Juan Francisco Perán, “también es clave la participación real de los pacientes en la toma de decisiones. Esta es ya una petición que hemos realizado al Ministerio de Sanidad, mediante la integración de nuestra entidad en diferentes grupos de trabajo, y a día de hoy seguimos a la espera de una respuesta”.

– ¿Todavía no has visto nuestro Diálogo Médico-Paciente dedicado a la diabetes?

– A día de hoy, 95 asociaciones de pacientes dedicadas a la diabetes son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?